Callie Rogers tenía solamente 16 años, y gracias a un golpe de suerte en el año 2003, se ganó la espectacular cantidad de 1.8 millones de libras esterlinas (9.427 millones de pesos colombianos). La mujer logró el premio mayor de la lotería en Inglaterra.

Pasaron 19 años de ese momento y ahora con 35, su historia es de no creer. Se gastó todo el dinero y en la actualidad vive de las ayudas gubernamentales para ciudadanos sin trabajo en el Reino Unido.

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En ese tiempo, Rogers se dedicó a tener una vida de excesos, derrochando dinero y con grandes extravagancias. Lo que demuestra que por más plata que se tenga, si no se tiene los pies sobre la tierra, se puede llegar a cometer serios errores que pueden acabar con toda una fortuna.

Según informó el diario inglés The Sun, Rogers comenzó a vivir sin límites; salía a excéntricas fiestas, consumía drogas y, entre otras cosas, invirtió gran cantidad de dinero en tres operaciones de aumento de senos. Además, la mujer se gastó alrededor de 300.000 libras (más de 1.500 millones de pesos) en ropa exclusiva de diseñadores reconocidos.

Sumado a lo anterior, la mujer en ese tiempo fue víctima de asaltos que la dejaron con lesiones y un daño permanente en su vista. Todo esto ocasionó gastos importantes que fueron disminuyendo con su riqueza.

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En cuanto a su parte sentimental, ese fue otro factor que desequilibró el control de los recursos. En el nacimiento de los dos hijos mayores, su pareja  la abandonó tras una relación de cinco años. Posteriormente, la mujer tuvo varias relaciones, pero los hombres solo la buscaban por dinero, según señala The Sun.

Finalmente, el hecho que desencadenó la pérdida de toda su riqueza sucedió en diciembre de 2020. La mujer fue capturada luego de estrellar su camioneta Hyundai Tucson sobre el terreno de un granero cerca de una zona de Crosby, ubicada en el pueblo de Sefton.

Unos policías se percataron de lo ocurrido y decidieron acercarse a observar, según declaró la fiscal Pam Fee. Tras el incidente, Rogers intentó escapar del sitio y posteriormente fue capturada.

La mujer se negó a realizar la prueba de alcoholemia tras el choque de la camioneta, pero dio positivo para el consumo de otras sustancias. Como consecuencia, le prohibieron conducir durante 22 meses, además, durante un año tuvo que portar un brazalete electrónico para verificar que cumpla con un toque de queda nocturno. También, tuvo que pagar una multa de 230 euros (998.000 pesos) por su intento de fuga.

Todo esto terminó con la pérdida del dinero que se ganó en dos décadas, y, ahora, Rogers hace parte de Universal Credit, un subsidio económico que otorga el Gobierno del Reino Unido a los ciudadanos sin trabajo o que tienen ingresos muy bajos.