Hola! Somos el noticiero regional más visto en Colombia, ¡Conéctate con nosotros y entérate de las noticias del suroccidente colombiano!, Emisión digital en vivo a las 8 a.m. por todos nuestros canales digitales, Emisión central a la 1:00 p.m. por el canal Telepacífico y nuestros canales digitales.
La predicción meteorológica se ha consolidado como una disciplina científica exacta y sofisticada, alejada de cualquier carácter de simple suposición. Según organismos como la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el desarrollo de esta ciencia obedece a la integración de tecnologías avanzadas, modelos numéricos y redes globales de observación que permiten anticipar fenómenos atmosféricos como la lluvia con niveles crecientes de precisión. Actualmente, la base primaria de los pronósticos recae en las estaciones meteorológicas terrestres, las cuales reportan datos esenciales como temperatura, humedad ambiental, presión atmosférica y dirección e intensidad del viento. Por ejemplo, un descenso en la presión atmosférica suele indicar que el aire asciende, se enfría y la humedad se condensa, proceso ligado a la formación de nubes y eventuales precipitaciones, como sostienen análisis oficiales del IDEAM, Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia.
No obstante, la información recabada en superficie resulta insuficiente por sí sola para anticipar la actividad meteorológica de manera confiable. Es aquí donde la ciencia suma el aporte de radares meteorológicos, dispositivos capaces de escanear volúmenes de la atmósfera mediante ondas electromagnéticas. Al captar cómo estas ondas rebotan en las gotas de lluvia o en partículas de granizo, los radares permiten descubrir tanto la presencia de precipitación como el desplazamiento de los frentes lluviosos que tantas veces afectan a ciudades como Cali. Paralelamente, los satélites meteorológicos que orbitan sobre la Tierra observan la evolución de sistemas nubosos a través de diversos espectros —incluidos el visible y el infrarrojo—, lo cual amplía la capacidad para prevenir tormentas y lluvias repentinas sobre áreas urbanas y rurales.
El siguiente paso en la cadena de predicción consiste en procesar todos estos datos dentro de los modelos numéricos de predicción del tiempo (conocidos como NWP por su sigla en inglés), los cuales simulan la atmósfera en supercomputadoras al variar ligeramente parámetros como la humedad, temperatura o velocidad del viento. Así, se generan resultados probabilísticos que mejoran la anticipación de eventos meteorológicos a corto plazo. Según la OMM y estadísticas publicadas por la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos), la precisión de los pronósticos ha mejorado sustancialmente en tiempos recientes, aunque las predicciones a largo plazo conservan limitaciones inherentes debido a la complejidad atmosférica.
La verificación y el cruce de fuentes constituye otro eje central de la credibilidad en meteorología, similar al que rige en el periodismo de datos según LatAm Journalism Review. Esto se traduce, en el ámbito climático, en la fusión de registros de agencias oficiales, reportes satelitales internacionales y alertas geoespaciales que, combinados, proporcionan información robusta para las autoridades y la ciudadanía.




En regiones urbanas como Cali y en la vertiente andina, contar con pronósticos fiables tiene repercusiones directas en sectores como la agricultura, la gestión de riesgos y la planificación de obras de infraestructura, mitigando así impactos por inundaciones o sequías. Las estrategias coordinadas entre organismos locales y plataformas internacionales, apoyadas en sistemas cada vez más interconectados, refuerzan la importancia de invertir en capacidades técnicas y analíticas para seguir reduciendo la incertidumbre en la predicción meteorológica y sus efectos sobre la vida cotidiana.
¿Por qué las predicciones meteorológicas no alcanzan precisión absoluta?La pregunta es relevante porque, pese a los avances tecnológicos y científicos, ninguna predicción puede garantizar un 100% de certeza. Esto se debe a la propia naturaleza de la atmósfera, que actúa como un sistema caótico sometido a interacciones constantes y variables difíciles de medir en su totalidad. Según los reportes de la Organización Meteorológica Mundial, aunque los modelos numéricos permiten simular millones de escenarios, factores como errores en los datos iniciales o la limitada resolución de ciertos sistemas de observación influyen en la capacidad de los modelos para anticipar exactamente lo que sucederá a largo plazo. Por ello, los especialistas insisten en que la probabilidad, más que la certeza absoluta, debe ser la base de toda predicción del clima.
Además, las condiciones locales —montañas, cuerpos de agua, microclimas urbanos— pueden modificar los patrones generales que indican los modelos globales, lo que obliga a ajustar continuamente la interpretación de datos y la integración de información específica de cada región. Esta complejidad técnica es parte del reto que enfrentan organismos como IDEAM o la NOAA en el desarrollo de predicciones más precisas.
¿Cómo contribuyen los satélites meteorológicos a la predicción del clima?La relevancia de esta pregunta radica en el papel transformador que han tenido los satélites en la vigilancia y análisis en tiempo real de fenómenos climáticos. Los satélites meteorológicos capturan datos e imágenes de la atmósfera terrestre desde el espacio, utilizando sensores que operan en diferentes espectros, incluidos el infrarrojo y el visible. Esto permite observar áreas de difícil acceso, detectar la formación y desplazamiento de sistemas nubosos y conocer la evolución de huracanes o tormentas sobre grandes extensiones territoriales.
De acuerdo con fuentes como la NOAA y EUMETSAT, la capacidad satelital ha permitido integrar la observación remota a los modelos numéricos, aportando información fundamental para mejorar la anticipación de eventos, reducir riesgos y optimizar respuestas ante contingencias climáticas, especialmente en regiones propensas a desastres naturales.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO