Nov 4, 2025 - 12:05 pm

Los peligros de ciberataques tienen en las estafas en los servicios de mensajería como WhatsApp un camino cada vez más común, al punto que, en agosto de 2025, Meta confirmó la eliminación de más de 6,8 millones de cuentas de WhatsApp vinculadas a centros de engaño criminal.

Precisamente, en WhatsApp surgió un engaño en este último tiempo que busca que la víctima comparta su pantalla, para luego obtener datos personales, accesos a cuentas y servicios de su dispositivo, y hasta dinero.

Eset, compañía experta en detección proactiva de amenazas, analiza cómo funciona este nuevo método de estafa, cómo logra que las personas compartan sus pantallas, cuáles son las consecuencias de ser víctima, ejemplos reales y de qué manera es posible protegerse.

El engaño tiene como objetivo que la persona comparta su pantalla, y utiliza para esto la técnica de ingeniería social. A través de esta técnica busca crear confianza o crear sentido de urgencia, explotando ya sea el miedo o la curiosidad de la víctima, para luego llevar a cabo la estafa.

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En este caso, se combinan tres elementos clave: una videollamada (que puede causar confianza), más el sentido de urgencia (que puede crear miedo) y el hecho de compartir pantalla (que da acceso total del dispositivo al cibercriminal).

“Este método para robar cuentas de WhatsApp y otra información sensible no solo que es novedoso, sino que además registró actividad en diversas partes del mundo. En julio de este año, el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE) compartió un comunicado para alertar a los ciudadanos. Más allá de las advertencias por parte de diferentes autoridades sobre la circulación de esta estafa, se registraron diversas víctimas a nivel mundial, y es por eso que es esencial la concientización, ya que mientras más al tanto se esté sobre los riesgos mayor prevención se podrá tomar”, indicó Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.

Pasos de estafa en WhatsApp al compartir pantalla

  1. Llamado: el primer contacto suele ser a través de una videollamada de WhatsApp de un número desconocido. Allí, el estafador se hace pasar por un representante de un banco, empresa de servicios, un miembro del equipo de soporte técnico de WhatsApp/Meta, o hasta un familiar/amigo que se encuentra en problemas. Se valen de número de teléfonos falsificados, con el objetivo que parezcan locales u oficiales; y la pantalla del interlocutor durante la videollamada suele verse negra o muy borrosa.
  2. Planteo de problema urgente: para crear el sentido de urgencia en la víctima, el estafador usa diversos señuelos, como un cargo no autorizado en la tarjeta, una sesión abierta en otro dispositivo, ganar un premio que necesita una verificación, o hasta el bloqueo inminente de una cuenta.
  3. Pedido de compartir pantalla: para resolver el supuesto problema, durante la videollamada el estafador pide activar la función de compartir pantalla. Es posible que también guíen a la víctima para que se instale una app como AnyDesk o TeamViewer. La excusa que suelen utilizar es que necesitan esa herramienta para verificar el problema y dar soporte de manera remota. Una vez que la víctima comparte pantalla, el estafador fuerza el envío del código de seguridad de WhatsApp. El SMS llega y aparece en la parte superior de la pantalla, quedando visible para el estafador, que así puede tomar posesión de la cuenta.
  4. Acceso a códigos y datos personales: una vez que la víctima comparte la pantalla, el estafador puede ver todo lo que sucede en tiempo real y por eso suelen solicitarle a la víctima que abra la aplicación bancaria. Existen casos avanzados en los cuales instalan malware del tipo keyloggers para poder robar más datos después.
  5. Robo de cuentas y dinero: una vez obtenida la información sensible, la usan para transferir dinero, vaciar cuentas o hasta tomar control del WhatsApp y/o pedir dinero a los contactos en nombre de la víctima. El daño puede suponer la pérdida de mucho dinero, como veremos a continuación.
Desde Eset comparten algunas buenas prácticas para reducir el riesgo de ser víctima de esta estafa o cualquier otra que involucren técnicas de Ingeniería Social:
  • No compartir pantalla: esta estafa deja al descubierto lo peligroso que puede ser compartir pantalla, más si no hay seguridad de con quién se está hablando.
  • No facilitar códigos de verificación: dados que esta medida de seguridad es personal e intransferible, lo correcto es no compartirlo con nadie. Y menos a través de un llamado o mensaje.
  • No brindar información personal o sensible: por más excusas o argumentos que brinde el interlocutor, no se debe dar información personal o confidencial a través de una llamada. Es importante recordar que las empresas u organismos gubernamentales no piden este tipo de detalles por esas vías de contacto.
  • Chequear la información: en caso de recibir un llamado en el que se aduce que un familiar o conocido está en problemas, verificar esta información con la persona en cuestión. Si el contacto es por parte de una empresa u organización, chequearlo a través de sus canales oficiales.
  • Habilitar el doble factor de autenticación: esta medida de seguridad adicional es clave, ya que en caso de que un cibercriminal haya obtenido nuestras credenciales, necesitará este segundo factor para acceder, lo cual dificultará concretamente su intento de vulnerar la cuenta.

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