El informe divulgado este martes por la organización Somos Defensores detalla la situación de violencia y amenazas que viven los liderazgos sociales colombianos.

El estudio indica que la violencia contra defensores de derechos humanos en Colombia pasó de ser selectiva a generalizada en el primer semestre de este año, periodo en el que fueron documentadas 524 agresiones contra 484 líderes, de las cuales al menos 218 (el 41,6 %) ocurrieron durante el paro nacional, como se denominaron las manifestaciones contra el Gobierno.

Lee También

“Al concentrarse toda la atención en el paro se pasó de esa violencia más selectiva, que se viene dando de años atrás y en ascenso contra los liderazgos sociales, a una violencia más generalizada”, explica en entrevista con la agencia Efe Lourdes Castro, coordinadora de Somos Defensores.

La organización divulgó este martes el informe “Resiste”, según el cual de los primeros seis meses de 2021, mayo tuvo el número más alto de agresiones contra los líderes sociales (160), que coincide con el periodo más intenso de las movilizaciones en las que murieron a manos de la fuerza pública por lo menos una veintena de personas.

Según el documento, las agresiones ocurrieron en su mayoría por los abusos de autoridad durante el paro nacional, una violencia que además se trasladó de las zonas rurales a las urbanas como Cali y Bogotá, donde se presentaron los mayores enfrentamientos entre la Policía y manifestantes.

Los datos del primer semestre son muy similares a las 463 agresiones del mismo periodo de 2020, “lo que evidencia las limitaciones y vacíos en materia de una política de garantías, que está muy lejos de proteger de manera efectiva a las personas defensoras”, advierte Somos Defensores.

Disminución de asesinatos

El informe documentó 58 asesinatos de líderes sociales, una disminución del 39 % respecto al primer semestre de 2020, lo que rompe la tendencia de alza de los últimos periodos.

Sin embargo, Castro explica que esta nueva estadística se relaciona con la “prolongación, intensidad y masividad del paro nacional”, que concentró “la atención de todos los actores y estamentos, incluidos los violentos”.

El descenso de los homicidios también se explica por “la consolidación del poder” de algunos grupos armados luego de una sangrienta disputa de territorios abandonados por la guerrilla de las Farc tras la firma del acuerdo de paz en noviembre de 2016.

La coordinadora del programa señala que una vez superada la agitación social por las protestas, la violencia selectiva contra los defensores puede regresar e incluso aumentar debido al comienzo de la campaña para las elecciones legislativas y presidenciales del año próximo.

“Los asesinatos siguen siendo muy altos y es prudente esperar cuál va a ser su comportamiento en el segundo semestre del 2021 dado que estos pueden aumentar en el marco de la coyuntura electoral que se avecina para el primer semestre del 2022”, subraya.

Por su parte, el Gobierno de Iván Duque se comprometió, a principios de 2021, a terminar con “los 5 símbolos del mal”, entre los que cuentan a las disidencias de las Farc, el Eln, el ‘clan del Golfo‘, ‘los Pelusos’ y ‘los Caparros’, grupos que todos los día atentan contra los derechos humanos de cientos de miles de colombianos.