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Un transportador de productos alimenticios fue liberado en una operación conjunta entre el Ejército y la Policía Nacional tras haber sido retenido en la zona rural de Valdivia, un municipio del norte del departamento de Antioquia. Según lo informado por la Policía Antioquia en un comunicado, los presuntos secuestradores pertenecían al Clan del Golfo, organización también conocida como Ejército Gaitanista de Colombia (EGC). La articulación institucional involucró al Batallón de Infantería Liviana N.º 31 Rifles de la Décima Primera Brigada, el Grupo Liviano de Caballería N.º 9 y efectivos de la Policía Nacional, quienes respondieron a una alerta sobre la retención del profesional del transporte.
El incidente ocurrió cuando el conductor, encargado del traslado de alimentos perecederos, transitaba por la troncal que conecta Medellín con la Costa Atlántica, a la altura de la variante de Valdivia. Allí fue interceptado por los integrantes del grupo armado, quienes lo obligaron a descender de su vehículo y lo condujeron hacia un área apartada situada a un costado del mismo corredor vial. En ese lugar, los captores lo coaccionaron para que entregara una suma de siete millones de pesos como condición para obtener su libertad, según testimonios recogidos por la autoridad policial.
Tras la rápida movilización de las unidades policiales, los uniformados del cuadrante llegaron al sitio y hallaron al transportador junto con el automotor en la vía principal de Valdivia. En el operativo se logró la captura en flagrancia de dos hombres señalados de perpetrar el secuestro, uno de los cuales sería menor de edad. El joven fue dejado a disposición de las entidades correspondientes encargadas de tratar los casos de adolescentes en conflicto con la ley penal.
El contexto de esta retención refleja las condiciones de inseguridad que se viven en la troncal entre Medellín y la Costa Atlántica, una ruta que históricamente ha sido objeto de acciones violentas por parte de diferentes organizaciones armadas. Aunque la apertura reciente de la doble calzada por el Nordeste antioqueño ha desviado parte del tránsito hacia otras rutas, la disminución del flujo vehicular en el corredor tradicional ha convertido el trayecto en un territorio cada vez más solitario, haciendo más vulnerables a quienes por allí transitan.
La región donde ocurrió este hecho no solo es estratégica para el transporte de alimentos y mercancías; también constituye un espacio en disputa entre varias estructuras armadas ilegales, incluyendo los frentes 36 y 18 de las disidencias de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y el Clan del Golfo. El pasado 17 de noviembre, por ejemplo, grupos armados dinamitaron la calzada entre Yarumal y Valdivia, específicamente en el sector Ventanitas, lo que obligó a las autoridades a recomendar a los conductores tomar rutas alternas o buscar lugares seguros para resguardarse.
Ante la persistencia de estos episodios, la preocupación por la seguridad vial en Antioquia permanece latente, especialmente para quienes, como el transportador liberado, dependen de estos corredores para el desarrollo de sus actividades laborales y comerciales.
¿Qué acciones preventivas están implementando las autoridades en las rutas vulnerables de Antioquia?
Esta pregunta cobra especial importancia en el contexto de los constantes hechos de inseguridad registrados en los corredores viales de la región norte antioqueña. La presencia de distintos grupos armados en la zona y la necesidad de proteger a transportadores y viajeros han llevado a que tanto autoridades militares como policiales intensifiquen la vigilancia mediante patrullajes, puestos de control y recomendaciones puntuales a los usuarios de las vías.
Adicionalmente, la coordinación entre entidades estatales se ha enfocado en atender rápidamente los llamados de emergencia, fortaleciendo la colaboración interinstitucional para responder a situaciones de secuestro, extorsión y atentados, como lo evidencian los recientes operativos en Valdivia. Sin embargo, la persistencia de amenazas demuestra la complejidad de brindar garantías plenas de seguridad en territorios donde confluyen actores armados ilegales y donde el control del Estado continúa siendo un desafío.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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