Entre otras razones, y esto resulta claramente consecuente, porque en las presidenciales el fajardismo barrió en la capital.
Después de esas elecciones, Fardo decidió retirarse a sus cuarteles de invierno para repensar las cosas y reorganizar sus fuerzas y estrategias.
En principio, sugirió que no volvería a lanzarse a la presidencia, pero, poco a poco, fue reapareciendo en la actividad política. Dictó clases en la Universidad de Berkeley (EE. UU.), aunque no perdió de vista los comicios para regresar al país.
Por eso, trabajó para tener candidatos inscritos por Compromiso Ciudadano con el fin de que pudieran pelear los puestos en alcaldías y gobernaciones de varias regiones del país. Y, claro, la apuesta más fuerte fue la de Claudia López en Bogotá, después de que ella derrotara en una consulta a Antonio Navarro.
Claro que Compromiso Ciudadano es un movimiento y no ha obtenido la personería jurídica porque no alcanzó el umbral en la listas al Congreso en las pasadas elecciones. De ahí que estas elecciones también sean fundamentales para su supervivencia.
Como sea, Fajardo empezó a trabajar desde muy temprano para preparar sus huestes para las elecciones regionales, pero también su candidatura a la presidencia en 2022.
Así lo confirmó a finales del año pasado el senador Iván Marulanda (de la Alianza Verde) considerado uno de los políticos más cercanos al excandidato presidencial.
“[Fajardo] Se está preparando y nos estamos preparando para el 2022”, dijo en ese momento Marulanda en declaraciones a la emisora Ecos del Combeima. “Estoy seguro de que Sergio Fajardo va a ser una opción presidencial, esta vez victoriosa”.
Preguntado por si Fajardo se volvería a lanzar, Marulanda respondió enfáticamente: “Sí, yo estoy seguro. Estoy seguro de eso. Por supuesto, yo no soy su vocero. Yo creo que él va a estar otra vez en la arena política del 2022 como candidato presidencial”.
Pero Fajardo no solo estaba mirando al 2022. Para las elecciones regionales de 2019 varios de sus candidatos se lanzaron por firmas: además de López por la alcaldía de Bogotá, iban Mauricio Pérez por la gobernación de Antioquia, Germán Escobar por la de Cundinamarca, Juan Diego Castrillón la del Cauca y Álvaro Muriel por la del Quindío.
En alcaldías, los fajardistas buscaban las siguientes: Alejandro Éder la de Cali, Claudia Fadul la de Cartagena, Alejandro Vallejo la de Manizales, Walter Lacharme la de Villavicencio, Santiago Zambrano y Joaquín Olmedo la de Popayán y Alejandro García la de Pereira.
Por ahora, con López en Bogotá, Fajardo acertó y deberá seguir afinando su estrategia con miras a las presidenciales en el 2022.
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