La revelación de esta historia la hicieron en ‘Séptimo día’. Allí contaron que una familia en Pereira internó a su abuela en un hogar para adultos que funciona como Fundación y que para el 2017, cuando decidieron llevarla a este lugar, tenía tres sedes en Risaralda.

La razón por la que llevaron a esta mujer al lugar es porque no le podían dar todos los cuidados que requería. “Nos tocó buscar un lugar en el que ella estuviera segura, protegida. Era una mujer que ya era dependiente de su cuidador. Nosotros no se lo podíamos dar al 100 %”, contó Sandra Díaz, una de sus nietas.

Rosa Helena Restrepo de Díaz tuvo ocho hijos y antes de irse a este lugar para adultos mayores, dice su familia, estaba en buenas condiciones físicas. Sin embargo, luego de unos meses, cuenta Sandra, ya “la mantenían con camisetas y sudaderas, pero se le notaban los huesos y su piel estaba descolgada. No tenía músculos”.

Rubén Díaz, otro de sus nietos, contó otros detalles de lo que pasó con su abuela en este lugar. “Tuvo un golpe porque supuestamente se había caído de la cama. De hecho, la mantenían amarrada porque era muy hiperactiva. A pesar del golpe en la cabeza, ella no hablaba ni decía nada. Estaba en condiciones pésimas. La última vez que la vine a recoger parecía un zombie, con los ojos blancos”, dijo este joven.

Al ver esta situación, la familia de Rosa Helena Restrepo de Díaz decidió poner la denuncia ante las autoridades y el dictamen fue muy decepcionante. Luz Adriana Rivera González, coordinadora de la Secretaría de Salud de Risaralda, aseguró: “Eran condiciones precarias. Tenía problemas de desnutrición. En el espacio físico tampoco tenía el acompañamiento requerido. Tenía laceraciones y situaciones complejas que tenían que ser informadas al municipio de inmediato”.

Por tal razón, las autoridades decidieron cerrar esa sede del geriátrico y empezar más investigaciones. Actualmente solo queda una de las tres que existían, pero Rubén no tiene nada bueno por decir de los cuidadores de este lugar, que continúan libres y sin ningún cargo.

Son unos desgraciados, abusivos. Siempre han hecho lo mismo. Son groseros con los abuelos. Yo hubiera preferido haber aguantado hambre a traerla a este moridero tan horrible. Una persona a esas edad no merece lo que le hacen. Es una tortura inmensa. Ojalá se haga justicia”, aseguró.

Según contaron en ‘Séptimo día’, la mujer abandonó el geriátrico el 11 de septiembre del 2020 y el 15 de octubre falleció en su casa, rodeada de su familia.

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Este fue uno de los tres casos que contaron en este programa. Hechos similares vivieron otras familias en Bogotá, quienes también internaron a sus adultos mayores en algunos hogares especiales de los que, aseguran, salieron con golpeas que tuvieron consecuencias graves, como la muerte.