Al caso de la DJ Valentina Trespalacios, quien fue asesinada el pasado 21 de enero, al parecer, por su novio estadounidense, John Poulos, le salió otra pata. La pareja que la joven tenía en Colombia, Santiago Luna Bonilla, resultó salpicado por una presunta estafa.
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El joven de 24 años tendrá que responder ante la Fiscalía General de la Nación por los presuntos delitos de estafa, captación ilegal de dinero y concierto para delinquir, según una investigación de Testigo Directo.
Una mujer que bajó el anonimato dio su versión al citado medio sobre la estafa en la que habría participado Luna aseguró que él hacía de mentor y se vendía ante los inversores como el Rey Midas, dios de la mitología griega que convertía en oro todo lo que tocaba.
Luna, de acuerdo con la presunta víctima, señalaba que la idea era ser el proveedor de las grandes farmacéuticas que trabajan con cannabis medicinal, lo que llamaba como “oro verde”.
La mujer aseguró que Luna y los demás presuntos estafadores les prometían entre 10 % y 12 % de rentabilidad mensual. Para convencer incautos, ellos llevaban a las personas a unos cultivos de cannabis en Guarne (Antioquia) y señalaban que ahí estaba el dinero invertido.
Para su mala fortuna, invirtió 10.000 dólares, luego 5.000 y, en total, metió 30.000 a ese negocio. Es decir, perdió más de 120 millones de pesos, ya que Luna y sus socios no le respondieron por el dinero.
El programa Testigo Directo conoció el radicado de una denuncia donde se relata cómo funcionaba la aparente pirámide que enloda a la expareja de la DJ, quien hace unos meses detalló cómo era su relación con Trespalacios.
‘BTC Andrés’, un experto en criptomonedas, dijo al mencionado medio a modo de alerta que, negocios que prometen rentabilidades tan altas son el signo más claro de que hay algo de ilegalidad detrás.
“Cuando a uno le prometen 10 % y 12 % de rentabilidad mensual tal vez uno deba pararse de la silla e irse de donde está […]. En cinco años, estas compañías serían más grandes de ”, dijo, dejando en evidencia que no son inversiones sostenibles.
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