Colombia tiene un panorama favorable para convertirse en un exportador relevante de la industria del cannabis. De acuerdo con Procolombia, las exportaciones de esta sustancia aumentaron, entre enero y noviembre de 2022, un 96 % con respecto al mismo período de 2021.

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Es decir, se trató del equivalente a 8.4 millones de dólares en exportación de extractos, medicamentos y semillas de cannabis. La cifra deja en evidencia que se trata de un negocio que mueve mucho dinero y que ya estaba dejando ganancias. Sin embargo, parece frenarse en los primeros meses de 2023. 

Las empresas de cannabis colombianas han sentido el golpe en el bolsillo por diversos factores que han puesto presión a sus finanzas, por lo que algunas de las firmas han anunciado contracciones en sus operaciones o cierres definitivos, reportó Bloomberg Línea.

“La situación de las empresas de cannabis es crítica. Se podría decir que están en cuidados intensivos. De 57.000 hectáreas licenciadas para cannabis psicoactivo y no psicoativo, solo se están sembrando 26. Además, cerca del 40 % de las empresas que obtuvieron alguna licencia en los últimos siete años cerraron operaciones”, dijo al medio económico el presidente de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis (Asocolcanna), Miguel Samper Strouss.

A principios de este año, Clever Leaves anunció un plan de reestructuración que incluyó el cierre de operaciones en Portugal y el despido de 63 empleados asociados a ese mercado. 

Y por si fuera poco, la empresa Khiron Life Sciences confirmó a Bloomberg Línea que emprendió una nueva estrategia y que no continuará con los cultivos y extracción en el Tolima para reducir costos.

Industria del cannabis en Colombia enfrenta problemas

Uno de los motivos que ha complicado el negocio son las presuntas trabas regulatorias que se han impuesto. Según el citado medio, los empresarios del sector reportan retrasos en los registros con el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).

Además, advierten presuntas demoras en los procesos del Fondo Nacional de Estupefacientes. Al parecer, una certificación de exportaciones para los productos fitoterapéuticos puede tardar entre 2 y 3 meses.

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Ante ese panorama, desde Asocolcanna le pidieron al Gobierno de Gustavo Petro que para salvar la industria se debe regular la posibilidad de producir alimentos funcionales con CBD (cannabinoide no psicoactivo), establecer una fórmula exprés para el registro de fitoterapéuticos.

Asimismo, hacen un llamado para que se apruebe la regulación del uso adulto, ya que es un mercado que deja millonarios ingresos que no pagan impuestos.