La comunidad del barrio Belén Rosales, de Medellín, no sale del dolor que causó el presunto asesinato del padre Javier Eduardo González Pertuz, quien oficiaba las misas en la iglesia Jesús de la Buena Esperanza, en ese sector del suroccidente de la ciudad.
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El religioso fue hallado sin vida en un bar de la carrera 70, en el sector de Laureles, donde quedó inconsciente en una de las mesas en horas de la madrugada. Cuando la Policía llegó al lugar, el hombre no tenía signos vitales ni portaba documentos de identificación.
De hecho, se confirmó que no estaba viendo fútbol en ese local; pues “evidencias” recopiladas por las autoridades le dieron un primer giro al caso y descartaron esa versión incial.
Después de la inspección en Medicina Legal, se confirmó que la víctima es el padre González Pertuz, también formador del Seminario Misionero San José, ubicado en el barrio Córdoba de la comuna Robledo.
Medellín: muerte de sacerdote habría sido por coctel letal
Las autoridades investigan si el fallecimiento se dio por un “coctel” de licor con escopolamina, sustancia que le habría suministrado otro hombre que estaba departiendo con el sacerdote.
Sin embargo, también se habla de los efectos que el alcohol habrían producido en su organismo, ya que también se habla de “la ingesta de algún medicamento para mejorar la circulación”, como lo dio a conocer en Teleantioqioa el periodista Diego Cañaveral.
Cuando el padre se durmió el otro sujeto le quitó el celular, los doculmentos, un reloj y se fue, según declaración a Blu Radio de José Miranda, coronel de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
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La velación se llevó a cabo en el Cementerio Campos de Paz y la misa exequial, en la iglesia Jesús de la Buena Esperanza.
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