Y es que desde antes de la confirmación de este jueves ya se hablaba de que Hernández podía no posesionarse en el Congreso por diferentes motivos.

Por ejemplo, se decía que tendría diferentes conflictos de interés por sus negocios personales, pero quizá el tema principal sería la forma en la que continuaría su proceso por el caso Vitalogic, por el que se le iniciará juicio el próximo 21 de julio.

Y es que si no llega al Senado, el proceso continuaría en manos de un tribunal de Bucaramanga, mientras que siendo parlamentario se encargaría la Corte Suprema de Justicia.

De cualquier forma, ya uno de sus hijos anticipó que volvería a ser candidato presidencial en 4 años, lo que dejaría entrever que tiene confianza en salir indemne del proceso judicial.

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Sin embargo, este jueves la revista Semana añadió otra hipótesis distinta a las anteriores, después de la confirmación de que irá al Senado. Ese medio indica que estaría aceptando la curul para no quedar inhabilitado para su objetivo real, que sería la gobernación de Santander, en las elecciones del 2023.

“Si llegara a no posesionarse, el excandidato estaría abandonando el cargo, lo cual traería consigo un proceso administrativo que podría impedir su aspiración en 2023”, indica ese medio.

La revista también comenta que Hernández ha meditado mucho la decisión, pues su perfil es más hacia lo ejecutivo que lo legislativo, pero haría el sacrificio para poder ir por su verdadero objetivo el año entrante.