
El secuestro del niño de 11 años identificado como Lyan Hortúa desató una serie de debates en redes sociales y medios tras su liberación, especialmente por el perfil público de su madre, Angie Bonilla, conocida como ‘Barbie Vanessa’. El menor fue secuestrado durante 19 días y liberado el 21 de mayo después de que su familia pagara un rescate, lo que trajo al centro de la controversia tanto el origen de los recursos de la familia como los lujos exhibidos por la mujer en sus perfil de Instagram y TikTok.
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La exposición mediática llevó a la familia a mantener un bajo perfil durante varios días. Sin embargo, la historia fue reavivada por la publicación de revista Semana, en la que se hacía un recuento con posibles antecedentes y se señalaban preguntas sobre la procedencia del dinero familiar y una supuesta deuda de 37.000 millones de pesos. Además, el material mencionó el pasado de José Hortúa Blandón, el padre biológico de Lyan, conocido como ‘Mascota’.
Esa revelación produjo una ola de reacciones, incluyendo comentarios que sugerían posibles vínculos de Angie Bonilla y la familia con actividades ilícitas. En respuesta, la mamá de Lyan reapareció nuevamente en redes para rechazar las acusaciones en comentarios que le hacen en su perfil de Instagram.
“Solo te puedo decir que dios te perdone porque no sabes lo que dices. sin argumentos te perdono”, expresó la madre de Lyan Hortúa. a su vez, respaldó a quienes pidieron respeto y privacidad para el menor, negando cualquier relación con mafias o delitos. El pantallazo de los comentario fue revelada la cuenta en Instagram @jose_impacto.

La familia Hortúa Bonilla se convirtió en blanco de comentarios y especulaciones tras el rescate del niño, quien fue privado de la libertad en su residencia por el frente ‘Jaime Martínez’, perteneciente a las disidencias de las Farc. En medio de la angustia por el secuestro, Angie Bonilla apeló directamente a las autoridades y al presidente Gustavo Petro para pedir el regreso seguro de su hijo, manteniendo la atención pública sobre el caso.




Una vez establecida la liberación tras el pago de rescate, surgieron nuevas controversias. El foco se dirigió a los bienes y estilo de vida de la familia en redes sociales, donde Angie Bonilla compartía viajes, automóviles de alta gama, accesorios de lujo y joyas costosas. La situación se volvió aún más polémica cuando se conoció que el padrastro del menor es propietario de una joyería frecuentada por figuras reconocidas del fútbol colombiano y la farándula nacional.
Ahora, hace poco ha aparecido una nueva versión de las hipótesis del secuestro, también replicadas por Semana. Las pesquisas en manos de la Fiscalía muestran cómo un asalto a una joyería, aparentemente propiedad del padrastro de Lyan, derivó en una serie de represalias mortales presuntamente en su contra.
Las fuentes del ente investigativo indican que este robo desencadenó una respuesta violenta: días después, las personas involucradas en el atraco fueron atacadas, resultando incluso en víctimas fatales. Este episodio de justicia por mano propia se convirtió en el preludio de una escalada de violencia en la que distintos grupos criminales buscaron cobrarse cuentas pendientes, de acuerdo con la citada revista.
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