Entre las múltiples modificaciones que ha hecho el Gobierno Petro respecto a la anterior administración está el uso del glifosato para erradicar cultivos de uso ilícito. Incluso desde la campaña, el presidente Gustavo Petro había anunciado su intención de ponerle freno al uso de ese herbicida. La orden se materializó tras su posesión, según el Gobierno para evitar afectaciones y riesgos a los pobladores de las zonas donde hay cultivos de uso ilícito que pretenden erradicarse.

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La decisión, que obedece a un cambio en el enfoque de la política antidrogas que tanto ha mencionado Petro, generó diferentes reacciones. Mientras que organizaciones sociales y campesinas aplaudieron la decisión, la oposición la calificó como un revés en la lucha contra las drogas que derivaría en un aumento de las hectáreas sembradas con coca y otros cultivos de uso ilícito.

El presidente se refirió este jueves a dicha controversia, asegurando que la suspensión de la fumigación aérea con glifosato no traduce en un aval para nuevos sembradíos. Por el contrario, el mandatario afirmó que la prioridad es cumplir con los compromisos adquiridos con el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS).

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“Harán parte de los mecanismos PNIS en lugares de selvas y reservas los acuerdos para pagos mensuales por revitalizar la selva. Donde no se realicen acuerdos de sustitución voluntaria de cultivos, se procede con la erradicación forzosa”, expresó el presidente Petro sobre la controversia.

Durante el encuentro entre el presidente Petro y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el mandatario también se refirió al objetivo de revivir el PNIS. De acuerdo con Petro, el objetivo de esto es “intensificar el diálogo entre el Estado y el campesinado productor de hoja de coca de Colombia, que es el más marginado geográficamente del país”, con lo que se puedan contemplar otras alternativas para la sustitución de estos cultivos.

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El cambio en ese sentido fue claro e inmediato. En campaña, Petro prometió que su movimiento (Pacto Histórico) es un pacto con las familias campesinas y con el agua. “En el gobierno del Pacto Histórico no habrá una sola gota de glifosato que se arroje sobre las tierras de nuestra Patria”, dijo. Así las cosas, una vez se anunció la nueva cúpula de la Policía se dio una orden a la Dirección Antinarcóticos de la Policía: solicitarle a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) no continuar con el permiso otorgado para usar el herbicida.

En medio de todo, vale recordar que días antes de abandonar la Casa de Nariño, y con el pleno conocimiento de que el nuevo Gobierno no iba a usarlos, el Gobierno del expresidente Iván Duque firmó un contrato por $12.500 millones para comprar 263.000 litros de glifosato para la erradicación de cultivos de uso ilícito. El contrato, suscrito por la Dirección de Antinarcóticos de la Policía, es el mayor gasto en glifosato en toda la historia de Colombia.

La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, se refirió a ese contrato que calificó como “un detrimento”, teniendo en cuenta que “estas aspersiones están prohibidas y el gobierno no ha cumplido con las condiciones habilitantes”. La ministra hizo el anuncio al anunciar también una nueva estrategia para combatir la deforestación, que consiste en cambiar las operaciones militares por un “proceso de conservación ambiental”, que estará mediado por concertaciones con las comunidades afectadas.