En el municipio de Girardot, Cundinamarca, hay consternación por la extraña desaparición de Ángela María Chisacá, una comerciante muy reconocida de 38 años de edad que se perdió hacia las 11 de la noche el pasado miércoles 12 de julio, según informó El Tiempo. La mujer es propietaria de un restaurante muy popular en esa población.
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De acuerdo con el reporte de sus familiares y amigos en redes sociales, la última vez que la vieron fue cuando se movilizaba en un vehículo Toyota Corolla de color rojo y de placas GMW584 hacia el condominio El Mirador, donde residía, de acuerdo con el periódico.
El vigilante del conjunto informó que 15 minutos después el carro volvió a salir, pero como tenía los vidrios polarizados, no pudo verificar si ella iba sola o con alguien más. Lo grave del caso es que en la mañana del jueves, un día después de reportada su desaparición, la Policía encontró el vehículo completamente incinerado en el municipio de Flandes, Tolima, cerca de Girardot, según el rotativo.
Sus familiares dicen que se trata de un secuestro; sin embargo, las autoridades indican que se desconocen los motivos detrás de su desaparición y que las investigaciones continúan.
El día que se le perdió el rastro a Chisacá, ella vestía con una camisa blanca, un pantalón, mide 1,58 metros, tiene el cabello castaño, ondulado y largos hasta la cintura. Es de piel trigueña y propietaria de un restaurante de pizza en el municipio, de acuerdo con el citado medio.
Las autoridades anunciaron que ofrecen una recompensa de hasta 22 millones de pesos por información que ayude a determinar las causas de la desaparición de la comerciante. Mientras las investigaciones avanzan, en el municipio se han hecho eucaristías para pedir por el regreso de la mujer, según se mencionó en el medio de comunicación.
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