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Las nuevas tecnologías de la información y comunicación se establecen como base para la evolución en la interacción social, económica y cultural. Sin embargo, también han sido empleadas para diversificar las maneras de estafar y aprovecharse de la buena fe de las personas.
Se ha evidenciado cómo se ha engañado y robado con el famoso método de ‘tía, tía’, en la que se hacen pasar por un familiar en problemas, en su mayoría detenidos o varados, para pedirle dinero a algún adulto de la tercera edad. Esto por llamada, pero en internet, ‘hackean’ los perfiles de redes sociales para solicitar préstamos a nombre de terceros.
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Ahora, gracias a un vídeo publicado a través de la cuenta de Facebook de una abogada ibaguereña, se dio a conocer una nueva modalidad de estafa para quienes buscan vivienda en la ciudad. En el clip, la joven advierte de no caer en supuestas ofertas o adelantar pagos sin antes asegurarse de que el lugar existe.
Se trata de la profesional Laura Chavarro, de la firma Herrán y Chavarro Abogados, oficina de asesoramiento jurídico, quien gracias a sus habilidades logró detectar una presunta estafa, por la que por poco es víctima.
La mujer inicia relatando que, en búsqueda de un apartamento amoblado en el centro de la capital tolimense, a través de Facebook, un hombre le suministró el número de la propietaria de una vivienda que recién había acabado de desocupar. Ella, con emoción, contacta a la dueña, de nombre Andrea Ximena, le afirma que está interesada y que tiene el dinero para el alquiler.
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Pero el color de rosa de la historia empieza a disminuir con las pretensiones del otro lado de la pantalla: “ella me insiste varias veces en el chat que para poder verlo tengo que pisarlo, es decir, pagar dinero adelantado para tomar el apartamento sin verlo”, reveló la joven, quien se le hizo raro el ahínco para que lo hiciera, además empezó a recibir alerta de un supuesto arrendatario más, así que la afanaron en hacer una consignación lo más pronto.
“No se dejen presionar con la estrategia de que otro comprador también lo quiere”, agregó. Adicionalmente, contó que ni siquiera le daban una dirección exacta de la vivienda en cuestión y solo le mostraba la cédula de un presunto militar, quien sería el dueño del piso. Para darle seguridad, la citó al día siguiente, muy temprano en la mañana, para firmar el contrato de arrendamiento en un edificio contiguo al parque de la Música.
Para sorpresa de la abogada, al llegar a la dirección, se dio cuenta de que no existe tal arrendamiento y efectivamente se trataba de una estafa; pues en el lugar no alquilan apartamentos a precios tan económicos.
Finalmente, afirmó que lo mejor es no dar adelantos sobre arriendos que no han visto, más bien, que todo sea por contrato y de manera presencial.
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