Este miércoles 11 de enero, un grupo de mariachis del Oriente Antioqueño se llevó un gran susto al momento de prestar sus servicios en una zona rural de Rionegro.

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El grupo fue contratado para prestar un servicio en la vereda ‘El Rosal’ de Rionegro, Antioquia. El grupo de músicos, integrado por seis personas, llegaron al sitio y avisaron que ya se encontraban en el punto de encuentro y la portada de una finca les fue abierta.

Ellos Ingresaron y aproximadamente a 400 metros más adelante, se encontraron con otra portada; nuevamente llamaron para decir que estaban en el lugar.

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Después de 15 minutos recibieron una llamada de un hombre diciéndoles que debía confirmar que no eran miembros de la fuerza pública, además no podían mover el vehículo en el que viajaban ni bajarse de él.

Les preguntaron: “¿cuántos celulares tenía en el vehículo?”, ellos respondieron que seis, sin embargo, el hombre de la llamada les expresó que le registraban siete.

En efecto eran siete, ya que seis eran los personales de cada uno de los integrantes del grupo, y el séptimo, el corporativo, por el medio del cual atienden las llamadas para los contratos.

En ese momento, les hizo apagar todos los celulares personales y quedaron en comunicación solo por el celular corporativo.

La persona les pidió números de referencias de sus familiares para confirmar que efectivamente si eran mariachis.

Los integrantes del grupo dan el número de uno de sus familiares, los cuales son contactados para corroborar que en verdad son mariachis. Cuando los llaman, les preguntaron: “¿en qué trabajan?”, y en efecto los familiares les confirman que eran mariachis.

De un momento a otro, llegó un hombre, habitante del sector, los abordó y les preguntó, “¿qué hacen aquí?”, ellos le expresaron que iban a dar un servicio. Él les dijo que no conocía a la persona que buscaban y les pidió que mejor se fueran porque de pronto los estaban estafando.

El sujeto les abrió la portada y el grupo de mariachis salió del lugar. Ellos encendieron sus teléfonos, llamaron a sus familiares y se enteraron que habían sido contactados por varias personas quienes les decían que los tenían secuestrados y amarrados, y para darles su liberación, debían consignar tres millones de pesos en menos de 10 minutos.

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El grupo de mariachis había sido víctima de una falso servicio y estafa; ellos pusieron la denuncia en la estación de Policía de Marinilla.

Este hecho, por fortuna, no representó nada más que un susto y pudieron volver a sus casas sanos y salvos.