Sin nombrar a nadie, el mayor de los hijos Santos dejo ver su descontento por los cargos que obtuvieron Alejandro Ordóñez como embajador de la OEA y Claudia Ortiz como presidenta de la Agencia de Desarrollo Rural. Aunque no se ha hecho oficial este último, todo apunta que está definido.
Gobierno dice acabar con mermelada pero al nombrar gente destituida por corrupción o carente de requisitos, le da paso a algo peor: mermelada podrida.
— Martin Santos (@MartinSantosR) 5 de octubre de 2018
La controversia más reciente fue por la llegada de Ortiz a esa entidad adscrita al Ministerio de Agricultura, pese a no cumplir con los requisitos necesarios en experiencia y estudios para ocupar el cargo.
El nombre de Ortiz era desconocido hasta hace unas semanas cuando se supo que iba a ser designada como directora de la Unidad Nacional de Protección (UNP), nombramiento que se cayó porque su ideología de extrema derecha no daba garantías a las personas que debía proteger, como los jefes del partido Farc.
Su llegada al Gobierno ha generado decenas de hipótesis por ser del círculo íntimo del expresidente Álvaro Uribe en el Centro Democrático y tener cercanía con otras personas relacionadas a Duque, por lo que muchos aseguran que el Jefe de Estado ha estado pagando favores con su nombramiento.
En su momento, el caso de Ordóñez también generó incomodidad en algunos sectores que no los consideraban apto para llegar a tan importante embajada por sus posturas radicales y la forma en que terminó su periodo al frente de la Procuraduría.
La salida de Ordóñez del Ministerio Público siempre ha generado confusión pues en realidad a él no lo destituyeron del cargo, sino que la Sala Plena del Consejo de Estado decidió anular la reelección de su segundo periodo como procurador.
Según el alto tribunal, se cometieron serias irregularidades en su postulación y elección del cargo, lo que fue considerado como un grave hecho de corrupción en una entidad que, entre otras cosas, precisamente combate este tipo de delitos.
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