Se siguen conociendo detalles del caso de la mujer que fue a reclamar el pago de su liquidación a una de las tiendas de la marca Jon Sonen y terminó siendo sacada por la Policía, que la esposó frente a sus dos hijos.

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Este miércoles, el dueño de la empresa, el empresario Jon Sonen —que ya había explicado lo ocurrido con su exempleada en la tienda—, reveló más detalles de la relación laboral que sostuvieron hasta hace cerca de dos años.

De acuerdo con lo explicado por Sonen, una vez se terminó el contrato de la mujer venezolana se le expidió su liquidación por un valor superior a los 4 millones de pesos. En declaraciones para Blu Radio, agregó que la extrabajadora nunca quiso aceptar el valor de dicho pago, por lo que no le fue depositado en su momento en la cuenta bancaria.

Jon Sonen: por qué despidieron a mujer que reclamó liquidación

En la mencionada cadena radial, el empresario fue consultado por las razones que llevaron a la compañía a despedir a la mujer —identificada como Wendy Norelys Álvarez Sarmiento—, por lo que este explicó que todo se dio por una decisión con la cual ella no estaba de acuerdo.

Sonen afirmó que en una de sus sucursales en Yopal (Casanare) se abrió una vacante, por lo que, una vez la mujer regresó de una licencia de maternidad en Cartagena, se le informó que sería trasladada a dicho punto. Sin embargo, y teniendo en cuenta que todo su circulo social estaba en ‘La Heróica’, la extranjera no habría aceptado el cambio.

“Cuando ella terminó el contrato ya había cumplido su licencia de maternidad. [El traslado] es una decisión que se acuerda y ella no quiso acceder a escuchar la necesidad. Se llamó a descargos y no firmó el documento de descargos de la invitación, se rehusó. La citamos como dice el procedimiento de ley y ella no quiso ni siquiera asistir a la diligencia”, explicó el dueño de la firma en la emisora.

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Sonen aseguró que no es la primera vez que ese tipo de decisiones se toman con los empleados, ya que, según él, hay trabajadores que llevan más de 10 años en la compañía y han tenido que trasladarse a ciudades como Cúcuta, Medellín, Bogotá, entre otras.

En el caso de la mujer, el hecho de no aceptar el traslado terminó con su despido inmediato.

“Ella venía de su proceso de lactancia, se le respetó y había la necesidad [del traslado]. Esas conversaciones se tienen que dejar por escrito, pero ella no accedió y fue allí donde la empresa tomó la decisión de hacer una terminación del contrato, que está en todo su derecho de hacer”, agregó el empresario en el mismo medio.