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La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) anunció la identificación de una quinta víctima entre los cuerpos exhumados en La Escombrera, ubicada en la Comuna 13 de Medellín, después de un año de labores forenses en el área. El caso corresponde a una joven de 17 años, quien según los registros judiciales, desapareció el 24 de agosto de 2002 mientras se dirigía en bus al Hospital de San Cristóbal para ser internada por un cuadro de inanición. Las investigaciones apuntan a que integrantes del Bloque Cacique Nutibara, parte de las antiguas estructuras paramilitares, estarían involucrados en su desaparición.
La identificación de la adolescente fue posible gracias a la intervención del Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF), perteneciente a la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP. El cuerpo fue hallado el 15 de julio y, tras un proceso detallado de análisis en Medicina Legal, la identidad quedó plenamente establecida. Este avance permitirá realizar la entrega digna de los restos a sus familiares, quienes llevaban más de dos décadas esperando respuestas sobre el paradero de la menor.
Las acciones forenses en la Comuna 13 forman parte del Subcaso Antioquia, correspondiente al Caso 08 de la JEP, cuyo objetivo es documentar desapariciones forzadas y otros crímenes atribuidos tanto a fuerzas estatales como a sus aliados en grupos paramilitares. La Escombrera se consolidó como un lugar de interés judicial ante las denuncias persistentes de familias que señalaban el sitio como una fosa utilizada para ocultar víctimas durante operaciones militares y paramilitares de 2002.
Además de identificar cuerpos, desde diciembre de 2024 la JEP acompaña a víctimas y organizaciones en actos conmemorativos relacionados con estos hallazgos, visibilizando el dolor y la lucha de quienes exigen verdad y justicia. El hallazgo de los primeros cuerpos en diciembre validó las denuncias de largo aliento presentadas por las familias buscadoras, quienes nunca dejaron de presionar por la intervención estatal en la zona.
Durante el año 2025 se mantuvieron vigentes las medidas cautelares que permitieron continuar la búsqueda en La Escombrera. En enero se recuperaron dos nuevos cuerpos y, posteriormente, la expansión del área de excavación, sumada al refuerzo del equipo técnico, hizo posible la localización de cinco cuerpos más. De las siete víctimas recuperadas desde 2024, cinco ya han sido plenamente identificadas y cuatro entregadas formalmente a sus respectivas familias.
La JEP subrayó que este esfuerzo ha sido coordinado con diversas entidades estatales y la Alcaldía de Medellín, cuyas contribuciones económicas y logísticas permitieron mantener el ritmo de excavaciones durante el periodo. No obstante, la continuidad de la búsqueda ahora depende de disposiciones adoptadas en agosto de 2025 por la Sección con Ausencia de Reconocimiento de la JEP, la cual ordenó la vinculación de los ministerios de Hacienda y del Interior para garantizar la financiación, disponibilidad de equipo y recurso humano necesario para los trabajos previstos en 2026.
La Jurisdicción insistió en que el cumplimiento de estas órdenes será fundamental para mantener la intervención sin interrupciones y consolidar los avances logrados. El acompañamiento psicosocial, jurídico y la participación de las familias en el proceso han sido pilares para satisfacer su derecho a la verdad, tal y como señala la JEP en sus comunicaciones oficiales.
¿Qué es el Bloque Cacique Nutibara y cómo operaba en la Comuna 13?
La referencia al Bloque Cacique Nutibara dentro de la información de la JEP se relaciona con una de las estructuras paramilitares activas en la Comuna 13 durante el año 2002. Este grupo fue señalado por las víctimas y por reportes oficiales de participar en alianzas con algunos sectores de la fuerza pública, lo que facilitó operaciones militares y crímenes como la desaparición forzada. La investigación en marcha busca esclarecer el rol de estos actores en la ola de violencia registrada en la zona y su responsabilidad en las múltiples inhumaciones clandestinas documentadas en La Escombrera.
Comprender el funcionamiento de estos grupos y su intervención en hechos como las desapariciones forzadas es esencial para aportar al proceso de verdad, justicia y reparación. Las víctimas y sus familiares no solo buscan la recuperación de los cuerpos, sino también el esclarecimiento del contexto y los responsables directos e indirectos de estos crímenes, como parte integral del proceso de justicia transicional adelantado por la Jurisdicción Especial para la Paz.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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