Cinco días después los organismos de emergencia y hombres del Ejército Nacional lograron controlar las llamas que afectaron por lo menos 1.000 hectáreas de área protegida en los primeros dos departamentos.

Sin embargo, las autoridades mantuvieron activas las alertas por las difíciles condiciones climáticas de la zona y eso permitió detectar una nueva conflagración en el sector de Traganíque, en el municipio de Fundación, Magdalena, del que no se tienen mayores detalles, informó Semana.

Sobre las zonas afectadas por los primeros incendios, desde ahora las autoridades empezarán todas las “labores de restauración requeridas para recuperar el territorio, la fauna, la flora y los asentamientos de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta afectados con este incendio forestal”, aseveró en un comunicado Parques Nacionales.

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Entre tanto, Leonor Zalabata, delegada para asuntos de Derechos Humanos del Resguardo Arhuaco, le dijo a la revista:

“Más que plata lo que nosotros necesitamos es ayuda para poder restablecer a nuestra comunidad a nivel social, económico, cultural y tradicional. Requerimos alimentos, menajes de cocina, herramientas para trabajar y carpas de lona grandes en donde nos podamos volver a reunir, pues para nosotros eso es muy importante”.

Más de 200 familias indígenas se han visto afectadas por el fuego y varios resguardos se han visto reducidos a cenizas. “hay un pueblo, un asentamiento en cenizas y los cultivos afectados en este caso son los pancoger, que tienen todas las familias para la sostenibilidad”, agregó otra líder de la comunidad arhuaca en Noticias Caracol.

Autoridades les siguen pidiendo a estas comunidades que abandonen la práctica de las quemas controladas, pues esta situación demuestra que pueden salirse de control si se combina con las fuertes ráfagas de viento y las altas temperaturas; esto, sumado a que la altura dificulta a los helicópteros de los organismos de socorro acceder a estas zonas.