En diálogo con Jessica de la Peña, de Noticias RCN, la hermana del cirujano Edwin Arrieta narró cómo fueron las angustiosas horas desde la desaparición hasta que se confirmó la muerte, asegurando que habría tenido un papel crucial para identificar al español que confesó el crimen.
Según ella, la última vez que habló con él fue la noche del martes primero de agosto, en la mañana de Tailandia, cuando él le dijo que estaba en Bangkok e iba a tomar un vuelo para la isla donde finalmente perdió la vida.
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Al día siguiente, Edwin dejó de comunicarse y ella le insistía por WhatsApp que se reportaba. Según ella, los mensajes entraban, pero él no los leía: “Mis papás son hipertensos, están preocupados por tí”, contó que le decía.
También preguntó a la secretaria del médico, pero tampoco daba razón, y hacia las 11:40 de la mañana dejaron de entrar los mensajes, por lo que habló con una amiga de su hermano, quien solo le contó que “él venía con unos amigos españoles”.
Fue entonces que entró a su Instagram y comienzo a ver las historias de todos los amigos y le llamó la atención la de Daniel Sancho, que también aparecía en el mismo sitio, por lo que le mandó un mensaje:
“Hola, ¿qué sabes de mi hermano?, que estamos preocupados”, le dijo. El hombre pareció hacerse el desentendido: “Ne vi con él en la playa, pero le he perdido el rastro”.
Cuando ella le reprochó por no estar atento a la desaparición, él reaccionó haciéndose el preocupado: “¡Ay, Dios mío! Me ducho y voy para la Policía”.
En ese momento, Darling habló con el consulado colombiano y pidió que no dejaran salir a Sancho de Tailandia porque sospechaba de él. Es ahí que la policía de ese país se percata y actúa para detener al posible homicida.
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Sin embargo, la hermana del doctor recordó que la pesadilla recíen iba a comenzar, de acuerdo con lo que le dijeron del cuerpo diplomático a continuación: “Hicimos un barrido en hospitales, estaciones de policía y no hemos encontrado un doctor. Lo único es un cadáver”.
“¿Crees que es mi hermano?”, le preguntó Darling a la cónsul, que guardó un silencio apesadumbrado. “Y comienza toda esta pesadilla”, recuerda la hermana del difunto.
En ese punto, ella no tuvo opción que contarles a sus papás, y la reacción de su mamá fue todavía más triste: “Yo sabía que a mi hijo lo habían matado, yo lo presentía”.
Esta es la entrevista a la hermana del cirujano:
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