
Un incendio fatal consumió las celdas de la estación de Policía de Funza, Cundinamarca, el pasado 16 de septiembre de 2025, y dejó un saldo trágico de siete detenidos fallecidos y cinco en estado crítico. De acuerdo con las autoridades, el incendio inició debido a la quema de colchones por parte de los internos, aunque familiares denuncian que factores como maltrato y abuso de autoridad jugaron un papel crucial en la desastrosa situación.
(Vea también: Dan a conocer nueva cifra de muertos tras motín en Funza; falleció otro de los detenidos)
Gloria Rojas, madre de uno de los fallecidos, declaró a los medios: “Desde la mañana de ese día, los reclusos eran ‘martirizados’ en las celdas, expuestos a agresiones físicas y gases. Desesperados, reaccionaron quemando los colchones”. El relato de Rojas señala un escenario de tensión y violencia que precedió al incendio, un hecho en sí mismo perturbador que contradice las versiones oficiales.
A pesar de que el incendio fue controlado por los bomberos y tres de los internos fueron llevados al hospital para evaluación, la muerte de varios de los afectados horas después ha desatado una ola de cuestionamientos sobre la atención brindada y los protocolos de seguridad en caso de emergencia.




Otros cinco detenidos se encuentran hospitalizados en estado crítico en el Hospital San Rafael de Facatativá y un interno, Yeferson Parra, está atendido por una fractura en un centro médico tras una riña en la celda. Sin embargo, estos eventos levantan sospechas acerca del trato hacia los detenidos y si las condiciones de reclusión pudieron ser un factor en el incendio.
La alcaldesa de Funza mencionó que solo fueron tres los trasladados a un centro médico en principio, pero luego varios de los internos presentaron afectaciones respiratorias y fallecieron. De hecho, Nelly Beltrán, cuñada de Andrés Organista Ibáñez, otro de los que murió, dio una dura versión sobre lo que habría pasado en este lugar.
“Ellos reaccionaron quemando los colchones y no tuvieron oportunidad de salir. Ellos (la Policía) los encerraron y prácticamente quedaron asfixiados por el humo. Yo digo, ¿por qué no los sacaron? Los dejaron que se murieran y ahorita sí dicen que no, que era porque querían fugarse”, aseguró.
La Fiscalía, a través del CTI, inició investigaciones para esclarecer las circunstancias del incendio y las actuaciones de las autoridades. Aún persisten incógnitas: ¿por qué no se evacuó a los internos durante el incendio? ¿Las muertes se produjeron antes o después del traslado a otros centros? ¿Existió maltrato antes del incendio?
El caso de Funza lleva a recordar un suceso similar ocurrido en septiembre de 2020 en Soacha, cuando un protesta por hacinamiento desencadenó la muerte de nueve detenidos en un incendio. Este paralelismo es inquietante y nos lleva a preguntarnos:
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