Después de la agitada jornada de miércoles en la que varios indígenas agredieron a policías durante protestas en Bogotá, el presidente habló con las dos partes involucradas.

En primer lugar se dejó ver con los policías afectados, con quienes posó para dejar el registro de su visita. El mandatario mostró su repudio ante las agresiones y apeló al diálogo.

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En ese sentido, el mandatario ya había mostrado los dientes a los agresores y condenó los actos violentos. Esa fue una actitud distante a la de su ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien inicialmente se mostró sorprendido al ser consultado sobre los desmanes. 

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Si bien en principio el mandatario condenó los hechos, en horas de la noche se mostró cercano a la comunidad embera. Desde su Twitter, Petro publicó imágenes de su reunión con ellos y subrayó las dificultades que afronta esa población.

Sobre los motivos que los llevaron a protestar, Petro señaló que han sido víctimas de desplazamiento, que no tienen agua potable, que viven hacinados y que han visto morir a 21 de sus integrantes en Bogotá. 

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Manifestó que durante varias negociaciones los han engañado y que desde el gobierno anterior les han incumplido varios acuerdos. Por esa razón, Petro se comprometió a ponerse al día.

Aseguró que no son terroristas y que con ellos ha visto “una de las mayores injusticias sociales”.  Luego, reiteró son víctimas:

“Un estado que vuelve víctimas a las víctimas”, concluyó.

Esta es la publicación del presidente Gustavo Petro:

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