Escrito por:  Redacción Nación
Jul 24, 2023 - 4:15 am

A juzgar por como redactó su trino, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, reaccionó de manera apresurada (ya es común el descuido con que se comunica en esta red social) ante los resultados de las elecciones de este domingo en España.

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Y a juzgar también por lo que pasó en esos comicios, en los que ganó el conservador Partido Popular (PP) al obtener 136 escaños, 47 más que los que logró en 2019, y el Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez quedó como segunda fuerza política con 122 escaños, dos más que en los anteriores comicios, se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío.

La razón es que el resultado complica la posibilidad de la formación de un Gobierno. Ninguno de los bloques de derecha e izquierda reúnen en principio representantes suficientes como para llegar a una mayoría absoluta (176 escaños) en la primera vuelta de una investidura o simple en una segunda con más votos a favor que en contra.

El ultraderechista Vox se deja 19 escaños en estas elecciones y se queda con 33 diputados en el Congreso, mientras que la plataforma de izquierdas Sumar se sitúa como cuarta fuerza con 31 escaños, cuatro menos que los que obtuvo su predecesora Unidas Podemos en los anteriores comicios.

En todo caso, para Petro, es un triunfo de la izquierda. “Bien por España. El progresismo.resiste [sic]”, escribió en un escueto mensaje en su cuenta de Twitter. La razón es que, desafiando todos los sondeos, que los daban desde hace meses como grandes perdedores, los socialistas de Sánchez resistieron y terminaron perdiendo por poco ante la oposición de derecha.

Pero fue, curiosamente, en ese mismo progresismo en el que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que se presentó a los españoles como un hombre tranquilo y moderado, habría conseguido muchos de sus votos. “Consigue seducir a votantes progresistas”, dijo a la AFP Fran Balado, periodista gallego autor de la biografía ‘El viaje de Feijóo’. Es “un pragmático” que “hace gala […] de lo previsible que es, es decir, se vende al electorado como un político de fiar”.

Quién es Alberto Núñez Feijóo

Expresidente regional gallego, Feijóo —a secas, como es conocido en España—, de 61 años, tomó las riendas del Partido Popular (PP, conservadores) hace un año con el objetivo de poner orden en una formación en la oposición desde 2018 y que acababa de atravesar una de sus peores crisis internas.

Tras el éxito de la derecha en las elecciones locales de mayo, este domingo repitió triunfo, esta vez agridulce. La posibilidad de que requiriera del partido de extrema derecha Vox para formar gobierno estable, perjudicó la imagen que quería transmitir Feijóo y movilizó a la izquierda.

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Pese al revés, este gallego que se mudó a Madrid hace poco más de un año no piensa renunciar a formar gobierno. “Como candidato del partido más votado, creo que mi deber” es “intentar gobernar nuestro país”, dijo tras la tensa noche del domingo ante los simpatizantes reunidos ante la sede del PP.

Antes de convertirse en el líder nacional de su partido, Feijóo fue presidente de Galicia durante trece años, siempre con mayoría absoluta en el Parlamento regional, una anomalía en una España muy fragmentada políticamente.

Amistad peligrosa

Un hecho, sin embargo, enturbió su mandato gallego y lo sigue persiguiendo: unas fotos amistosas tomadas a mediados de los 90 junto a Marcial Dorado, conocido en la época como contrabandista de tabaco y quien luego fue condenado por tráfico de drogas.

Feijóo siempre afirmó que no fue “una amistad estrecha” y que desconocía la ocupación de Dorado, pero el tema volvió a salir durante la campaña.

“Sería muy bueno que […] ante la sociedad española le explique a una generación perdida de jóvenes que murieron por la droga, qué relaciones tenía con Marcial Dorado”, le demandó en días pasados la también gallega Yolanda Díaz, líder de la plataforma de izquierda radical Sumar.

Feijóo, nacido el 10 de septiembre de 1961 en la aldea de Os Peares, es hijo de un albañil y de una dependienta de una tienda de alimentos.

Estudioso, cursó Derecho en la Universidad en Santiago de Compostela, con la vista puesta en ser juez, pero cuando su padre se quedó sin trabajo se hizo funcionario público en 1985.

Sus primeros pasos en política los dio en 1991 en Galicia, en la consejería de Agricultura, junto a un futuro ministro de Sanidad que lo llevó con él a Madrid en 1996.

En la capital, asumió la jefatura del Instituto Nacional de Salud, luego del servicio de Correos, antes de regresar a Galicia en 2003 como director regional de Obras Públicas. Tres años después, asumió la presidencia del PP regional.

Padre a los 55 años

Después de haber asegurado durante años que su única ambición era gobernar Galicia, Feijóo repitió durante la campaña que le había “llegado el momento” de dirigir el país.

Su falta de experiencia en política internacional suele recibir críticas, y también que no sepa inglés, lo que valió burlas cuando pronunció “Brus Sprinter” para referirse a la estrella de rock estadounidense Bruce Springsteen.

Muy discreto sobre su vida privada, concedió recientemente una entrevista al suplemento femenino del diario El Mundo en la que dijo ser muy feliz por haber sido padre a sus 55 años, “en el último minuto del partido”.

Es “el mejor regalo que me ha hecho la vida”, dijo este seguidor del club de fútbol gallego Deportivo La Coruña.

A veces se le puede ver por las calles de Madrid con su pareja Eva Cárdenas, exjefa de Zara Home —la cadena de tiendas del hogar de la multinacional gallega Inditex—, su hijo Alberto y su perra Cata.

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