Ese abogado se llama Juan Carlos Ramos Gordillo y, en un informe del 11 de julio de 2017 —relativo a una llamada de Prieto y su amigo Andrés Giraldo sobre una cita que tendría Prieto con el entonces presidente Juan Manuel Santos—, infirió que Prieto estaba tranquilo “por las gestiones que el Presidente ha realizado frente a su investigación frente al fiscal General de la Nación e incluso la Vice Fiscal (…)”, se lee en uno de los apartes del documento difundido por la periodista en su columna.

Prieto, exgerente de la campaña Santos Presidente, fue condenado a 5 años de cárcel por el caso Odebrecht, y además al pago de una multa de 50 millones de pesos, luego de haber obtenido 650 millones de pesos por su gestión en la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). La sentencia se estableció en un preacuerdo entre Prieto y la Fiscalía por los delitos de celebración de contratos sin el lleno de requisitos legales, celebración indebida de contratos y falsedad en documento, en el proceso por los sobornos para adjudicar los contratos de la Ruta del Sol III.

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Pero aparte de eso, Prieto admitió que hubo “una operación irregular” en la financiación de la campaña de 2010 en la que se recibió dinero de la multinacional brasileña corruptora Odebrecht, aunque aseguró en su momento que Santos no conocía de esos pagos. Prieto dijo que parte del equipo financiero de la campaña del 2010 se acercó a Odebrecht y con eso se pagaron unos afiches de la campaña. “Yo ordené los afiches y me dijeron que (la plata) salió de Odebrecht. Les envié la factura. La irregularidad es evidente”, dijo en su momento a Blu Radio.

Ahora Vicky Dávila ventila el informe del investigador de la Fiscalía Ramos Gordillo, al que califica de “grave” porque devela, según ella, “la inaceptable y peligrosa connivencia” entre el Palacio de Nariño en la presidencia de Santos y la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez “en el manejo de los procesos de Odebrecht durante el Gobierno Santos”.

“¿Cómo podía llegarse a la verdad si los investigados tenían información confidencial sobre el proceso de manos del propio ente investigador?”, se pregunta Dávila”, y acto seguida califica la situación: “Un tráfico de influencias que obstruía el camino a esa verdad”.

Esa situación queda en evidencia en otro de los apartes del informe de Ramos Gordillo que publica Dávila. “Se puede establecer que el sujeto Roberto Prieto está permanentemente informado por personal de la Presidencia de la República sobre cómo avanza su investigación en la Fiscalía General de la Nación”, sostuvo el investigador en su informe.