Con la camándula colgada quedó el general Henry Sanabria con la sorpresiva decisión de su salida de la dirección de la Policía Nacional, después de que el propio Gustavo Petro anunciara que el oficial no continuaba más en la institución. Muchas preguntas quedaron en el aire, sobre todo por las últimas salidas en falso del uniformado, como defender su acérrimo fanatismo religioso por el que fue cuestionado en su cargo. 

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Aunque el ministro del Interior, Alfonso Prada, aseguró que el cambio en la cúpula de la Policía no se debe a las creencias de Sanabria, es evidente que las decisiones del general en la institución fueron influenciadas por su fanatismo por Dios, como por ejemplo reconocer públicamente que hizo exorcismos para perseguir a delincuentes. 

Ante su sorpresivo despido, el general Sanabria se pronunció en su cuenta personal de Twitter, en la que durante su mando publicó mensajes que incluso fueron calificados de misóginos, como cuando dijo que “una mujer discreta es un regalo del Señor”. Ahora, el oficial continuó con su prédica y se armó todo un sermón para despedirse de su cargo.

“Agradezco a Dios, al presidente Gustavo Petro y al ministro de Defensa por permitirme ser el director de la Policía”, escribió y después citó (como es su hábito) un apartado de la Biblia: “Mi partida con el adiós: A Dios confío mi alma, a Dios confío mi historia, a Dios confío a los míos, a Dios confío los residentes en Colombia, a Dios confío a las Fuerzas Militares, a Dios confío a la Policía Nacional y a Dios confío todo”. 

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Además de la sorpresa por sus palabras, lo que también causó asombro fue la foto que compartió en el mismo trino, en la que se ve arrodillado en una iglesia frente al altar y con el uniforme de Policía