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El Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Valledupar condenó a 43 años de cárcel a Manuel Alfonso Barros Rodríguez, por el delito de feminicidio agravado contra Yuleivis Esther Rojas Pérez, quien, en ese momento, era su pareja sentimental, en hechos ocurridos el pasado 13 de enero de 2019 en la avenida Los Militares de Valledupar.
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Barros Rodríguez tiene una orden de captura inmediata desde el pasado mes de octubre, tras la lectura del fallo de sentencia, dado que se encontraba en libertad provisional debido al vencimiento de términos en 2021, decisión emanada por el Juzgado Primero Penal Municipal.
A pesar de esto, su captura no ha sido materializada.
Durante el desarrollo de las audiencias, la Fiscalía presentó un amplio acervo material probatorio, dentro de los cuales se destacan las entrevistas a peritos del CTI, videos de cámaras de seguridad y fotografías que demostraron que Manuel Barros habría golpeado a su novia, en ese momento, con una botella de licor tipo panchita de aguardiente.
De acuerdo con las investigaciones del ente acusador, el día de los hechos, 13 de enero de 2019, la pareja se encontraba departiendo en un establecimiento comercial de la avenida Simón Bolívar, cuando iniciaron una discusión, por lo que habrían tomado la decisión de marcharse del sitio.
Acto seguido, la pareja se dirigió hasta la carrera 42 con calle 15, donde Barros Rodríguez bajó a la fémina de la motocicleta agarrándola por el pelo, la tiró al piso y le propinó golpes y patadas, incluso con la botella antes mencionada.
Personas del sector auxiliaron a la víctima, por lo que Barros Rodríguez huyó del sector en dirección hacia su lugar de residencia. Mientras tanto, la mujer fue llevada hasta el Hospital Eduardo Arredondo Daza sede CDV, donde la remitieron hasta el Rosario Pumarejo de López, donde confirmaron su deceso.
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Las versiones de la defensa del hombre y el testimonio recolectado por la Fiscalía del mismo, apuntaban a que la muerte de Yuleivis se había originado luego de que la mujer fuera golpeada con una piedra por parte de delincuentes que buscaban hacerlos bajar de la motocicleta con el fin de hurtar sus pertenencias de valor.
Sin embargo, esta versión fue controvertida, gracias a los resultados de Medicina Legal y a un testigo presencial que relató la brutal golpiza que propinó a la mujer.
Además, el ente acusador había demostrado que la pareja solo tenía dos meses de relación sentimental, y ya se habría enfrentado a dos episodios de violencia física como el que se presentó el día de lo ocurrido.
Pulzo complementa:
Denunciar la violencia de género es un acto valiente que no solo busca justicia para la víctima, sino que también desempeña un papel crucial en la erradicación de este flagelo social.
Al levantar la voz y compartir las experiencias, las víctimas contribuyen a visibilizar la magnitud del problema, generando conciencia y presionando por cambios en las políticas y actitudes que perpetúan la violencia.
Las autoridades y organizaciones especializadas pueden brindar apoyo legal, psicológico y social. La denuncia también facilita la obtención de órdenes de restricción, alejando a las víctimas de sus agresores y proporcionando un entorno más seguro para la recuperación.
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