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El alcalde electo de Medellín, Federico Gutiérrez, pidió este fin de semana a los órganos de control emprender una intervención de urgencia sobre el Hospital General de Medellín, a raíz de la crisis que viene profundizándose en esa entidad durante los últimos días.
Y es que a los problemas logísticos y financieros que arrastra esa institución de salud durante los últimos años, este sábado se conoció que un grupo de cardiólogos dejaría de prestar sus servicios desde el próximo 1 de enero de 2024, luego de que esa institución se colgara en el pago de sus honorarios.
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De igual forma, en el transcurso de las últimas semanas, los empleados del hospital se han tomado las calles de la ciudad varias veces para protestar por la crisis de la entidad, que también ha repercutido en los insumos para atender a los pacientes, problemas laborales denunciados por los sindicatos y múltiples denuncias por presuntos hechos de corrupción.
En la alerta emitida este fin de semana, Gutiérrez, quien acusó a Daniel Quintero de saquear Medellín, señaló que, pese a que tomará posesión del cargo de alcalde el próximo 1 de enero, durante los tres primeros meses de su mandato no podría efectuar ningún cambio en la gerencia del ese hospital.
“La situación del Hospital General de Medellín es dramática. Lo dicen sus mismos empleados de toda la vida. Para nosotros poder nombrar a alguien diferente a quienes hoy lo mal administran, tendríamos que esperar hasta marzo. No creo que el hospital y su gente aguanten tres meses más así. Muy delicada la situación”, expresó el mandatario electo.
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“Pido a la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría General de la República investigar lo que allí ocurre. Duele ver como han dejado gran parte de las entidades en una gran crisis financiera”, añadió Gutiérrez.
Cabe recordar que desde comienzos de 2020, la gerencia del Hospital General fue entregada a Mario Fernando Córdoba, en una gestión en la que el hospital pasó de reportar ganancias por $17.148 millones en 2021 a acumular pérdidas por $66.776 millones en 2022.
Asimismo, el año pasado, la entidad cerró con un monto de cuentas por pagar por $66.000 millones, una baja de ingresos del 20% (de $287.768 millones en 2021 pasó a $229.472 millones), y un incremento en los gastos de administración de un 23%.
Si bien desde la entidad se ha argumentado que los adversos balances financieros obedecerían principalmente a los problemas estructurales del sistema de salud con el que el sector asegurador, en el que varias entidades activas y en liquidación han dejado una abultada cartera, al interior del hospital y desde varios sectores políticos se ha señalado que en el hospital también se habría incurrido en cuestionados manejos administrativos y contratos que habrían incidido en la crisis.
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Uno de los casos más graves fue denunciado a finales de 2021 por la veeduría Todos Por Medellín, que pidió a la Fiscalía investigar la presunta influencia de un clan familiar en esa entidad, que tendría incidencia en las contrataciones a través de varias empresas.
Por otra parte, en el hospital también se ha denunciado problemas en el área de imagenología, que comprende por ejemplo la práctica de tomografías, resonancias o ecografías, en donde se prensaría hacer un recorte de personal.
“En imagenología no habrá médico las 24 horas, solamente de lunes a viernes en el día, ni fines de semana ni noches, lo cual implica un riesgo muy grande para los pacientes. Ahora, lo que pretende el hospital es que los médicos de la noche se encarguen de esos pacientes, generando en ellos más carga de trabajo injustificada, porque de por sí estar en urgencias ya es estresante”, sostuvo un médico de la institución, quien pidió la reserva de su identidad.
También corre el temor en el hospital porque algunos tecnólogos de imágenes podrían salir, lo que recargaría las labores de quienes queden y se deban encargar de más trabajo.
La queja generalizada es que se busquen soluciones para ahorrar recursos en la salida de personal médico. “El hospital quiere ahorrar presupuesto cerrando áreas o queriendo colocarlas a media marcha, para así recortar personal y ‘ahorrar’, sabiendo que al hacer eso lo que hacen es perjudicar a los pacientes, porque es un detrimento en la calidad de la atención”, dijo otro empleado del HGM.
Finalmente, el alcalde Gutiérrez, quien denunció hueco financiero, volvió a cuestionar las razones detrás de la crisis de esta institución, que a pesar de la bonanza presupuestal que tuvo Medellín durante el último cuatrienio, es otra que concluyó el periodo con saldos rojos.
“La pregunta sigue siendo: ¿si tuvieron $8 billones más que la anterior administración (la nuestra 2016-2019), por qué dejaron a Medellín en tal deterioro físico y social? ¿Dónde está la plata?”, cuestionó Gutiérrez.
Pulzo complementa
El alcalde electo de Medellín anunció que Jhon Maya Salazar será el nuevo gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM) en su administración. Maya Salazar, ingeniero electricista con especialización en Gerencia y más de 22 años de experiencia en el sector eléctrico, representa la elección de un gerente interno, destacando su profundo respeto por la historia y la estabilidad de EPM. Gutiérrez expresó la importancia de recuperar la empresa tras la incertidumbre generada en la administración anterior. Se busca devolver el carácter técnico a la compañía y mejorar la prestación de servicios públicos.
La elección de un gerente de la casa pretende generar confianza y estabilidad, contrastando con la inestabilidad de la gerencia en la gestión anterior, que ha tenido cuatro gerentes en el cuatrienio. Gutiérrez destaca el reto de recuperar la percepción de los usuarios frente a los servicios públicos y crear un buen ambiente laboral en EPM. El anuncio se da en medio del proceso de empalme y busca transmitir certezas después de la incertidumbre previa en la empresa.
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