Han pasado once días desde que inició el paro minero en el Bajo Cauca antioqueño. Algunos integrantes de la protesta, que ha tenido grandes focos de violencia, señalan que no tienen que ver con los ataques contra miembros de la Fuerza Pública e inmuebles. Luego de casi dos semanas de crisis, la situación no parece mejorar en materia de orden público y las autoridades ya empiezan a tomar otras medidas para retomar el control de la zona que, según el Gobierno, ha sido alterada por el Clan del Golfo.

El comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Fernán Giraldo, anunció que en los próximos días estará llegando un Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas a la región, para contribuir al mejoramiento de las condiciones de seguridad. El oficial ha estado acompañado del director de la Policía Nacional, general Henry Armando Sanabria Cely, quién manifestó que la institución a su cargo tiene desplegadas todas sus capacidades en esta subregión del departamento de Antioquia.

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“Fortalecimos la seguridad de las estaciones y subestaciones de Policía con el fin de salvaguardar la integridad de nuestros uniformados en las zonas donde se deba intervenir para retornar la tranquilidad de la ciudadanía”, explicó el oficial. Aunque este fin de semana Aníbal Gaviria, gobernador de Antioquia, decretó toque de queda en la subregión del Bajo Cauca, se volvieron a registrar hechos violentos por las protestas que completan diez días, por parte de varias agrupaciones de mineros del departamento.

Según las autoridades, en la madrugada del sábado se escucharon disparos y detonaciones en los municipios de Tarazá y Caucasia, en donde fueron atacados varios inmuebles y miembros de la Fuerza Pública. La comunidad del Bajo Cauca reportó disparos y ráfagas de fusil durante las acciones de las autoridades estatales para retomar el orden público y hacer cumplir el toque de queda que se decretó en varios municipios por decisión del Gobernador Aníbal Gaviria. En los videos, se ve cómo hombres de la Policía y del Ejército resisten el ataque y tratan de normalizar la situación.

La presidencia de la República emitió un comunicado asegurando que la única forma de retomar los diálogos es que cesen los hechos violentos, vuelva la normalidad al territorio y se supere el desabastecimiento. De darse estas condiciones y reanudarse el diálogo entre el Gobierno y las comunidades, se insistirá en la creación del distrito minero, así como en el plan de formalización de la minería, para que se garantice el cuidado del medio ambiente y el derecho al trabajo. “Solamente en condiciones de libertad y seguridad plena para los habitantes, el Gobierno Nacional está dispuesto a retornar a la mesa de diálogo”, puntualizó el Gobierno.