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El primer caso tuvo lugar en el barrio Cañas Gordas en el sur de la capital quindiana, allí resultaron dos personas heridas con arma de fuego, perdiendo la vida en el centro médico un hombre identificado como Juan David Uribe Pinzón de 27 años.
Al parecer, cerca de las 12:50 a. m. se encontraba departiendo con sus familiares en vía pública del barrio, cuando en un momento determinado, dos sujetos se acercaron y sostuvieron con la víctima y un adolescente una acalorada discusión que terminó con la detonación de un arma de fuego que le costó la vida a Uribe Pinzón.
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En el barrio Santander, ayer lunes 1 de enero a las 8:45 a. m. un hombre, identificado como Jhon Faber Rosero Amaya de 25 años, ingresó al hospital del Sur con heridas provocadas por arma corto punzante, aunque fue remitido de urgencia a la clínica La Sagrada Familia, allí los médicos reportaron su deceso por la gravedad de sus lesiones.
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Minutos después de lo sucedido, la Policía Quindío capturó a un hombre de 25 años, quien es señalado presuntamente de ocasionar las heridas que llevó a Rosero Amaya a su muerte.
Pulzo complementa
Las riñas en Colombia representan un problema social y de seguridad que involucra enfrentamientos verbales o físicos entre personas, ya sea de manera individual o colectiva. Según datos del Observatorio de Convivencia y Seguridad Ciudadana, estas disputas pueden ocurrir en diferentes contextos, como el ámbito doméstico, público o en espacios comunitarios, y pueden estar relacionadas con diversos factores, como diferencias personales, disputas por territorio o conflictos familiares.
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Las riñas pueden desencadenar situaciones de violencia que afectan la tranquilidad y la convivencia en las comunidades. En ocasiones, estos enfrentamientos pueden escalar y resultar en lesiones físicas, daños materiales o incluso pérdidas de vidas humanas, lo que subraya la gravedad de este problema en la sociedad colombiana.
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