
Hoy el país tiene la mirada puesta en el suroccidente, por los últimos hechos de violencia, el más reciente de los cuales es el atentado contra Sigifredo Márquez, padre de la vicepresidenta Francia Márquez, en jurisdicción de Jamundí (Valle del Cauca). Pero las alteraciones del orden público no se concentran allí, sino que se extienden por buena parte del territorio nacional. En Arauca, por ejemplo, la violencia inveterada sigue estremeciendo a ese departamento al otro lado de Colombia, y por cuenta de las acciones del Eln, grupo con el que el Gobierno adelanta negociaciones de paz.
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El Cauca y el Valle del Cauca han sido en las últimas semanas escenario de ataques de la disidencia de las Farc autodenominada ‘Estado Mayor Central’ (Emc). El miércoles pasado, la estructura ‘Jamie Martínez’ hostigó la estación de Policía de Potreritos, Jurisdicción de Jamundí, y detonó una moto bomba en ese municipio que dejó seis personas heridas. Eso ha hecho que los colombianos y el mundo tengan los ojos puestos allí, entre otras razones, porque Cali, que está muy cerca de donde ocurren estos hechos, será la sede de la COP 16 y albergará varios partidos de la Copa Mundial Femenina.
El hecho de que los delincuentes hayan atentado ahora contra al padre de la vicepresidenta, segunda autoridad del país, hace que se incremente la atención en esa región, y las autoridades como el alcalde de la capital del Valle, Alejandro Éder, y la gobernadora de ese departamento, Dilian Francisca Toro, reclamen más acción por parte del Gobierno Nacional contra las disidencias de las Farc. Éder, además, solicitó que se levanten las restricciones para que se puedan bombardear a los delincuentes, única forma, para él, de atacar el problema de raíz.
La situación en el suroccidente atrae todos los focos y deja en una suerte de penumbra, por ahora (hasta que ocurra algo extraordinario), a los otros departamentos que también padecen a los violentos. Sin embargo, uno de ellos, Arauca, hace esfuerzos para que el Gobierno de Gustavo Petro ponga sus ojos en él, por lo que una de las congresistas que lo representan, Lina María Garrido (de Cambio Radical), adelantará este lunes una moción de censura contra el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
“Para nosotros, como araucanos, es un insulto por parte del Gobierno Nacional, por parte del mismo presidente, que otrora, cuando era candidato presidencial, instrumentalizaba al departamento de Arauca y conminaba al presidente [Iván] Duque a que dejara de lado la guerra en Ucrania y lo de Medio Oriente y más bien se pusiera atención a lo que estaba pasando en el Arauca”, dijo la congresista en Caracol Radio.
Para Garrido, hoy está sucediendo lo mismo con el presidente Petro, y pintó en esa emisora un panorama desolador de su departamento. “Nosotros tenemos un muerto y un secuestro cada dos días. Allá hay muertos, secuestrados, extorsiones, desplazamiento, confinamiento. Durante todo este tiempo se ha incrementado el control territorial del Eln y las disidencias de la Farc. Y lo que vemos es, más bien, un Estado, unas Fuerzas Armadas, que hacen cumplimiento de un cese al fuego, pero a unas guerrillas totalmente bárbaras con la población civil”.




“Es inaudito que hoy tanta frustración que tiene la gente, y no hay un pronunciamiento por parte del presidente”, lamentó la representante en el mismo medio, y recordó que se hizo un consejo de seguridad en Yopal (Casanare), “y ni siquiera el ministro de Defensa es capaz de [enviar] un mensaje de solidaridad, de atención, de importancia a lo que estamos viviendo los araucanos, las inclemencias de unas guerrillas que por su control territorial están afectando a tanta gente”.
A Garrido también le resulta “imposible pensar” que el Arauca no esté priorizado en la agenda del Gobierno Nacional. “Esperamos hoy que en esa moción de censura que está agendada podamos preguntar y que se nos responda por qué Arauca ha sido tan olvidada y tan ignorada por este Gobierno, que sentados a la mesa [de diálogo con el Eln] lo único que han hecho es servirnos en bandeja de plata y que [las guerrillas] hagan lo que quieran con los araucanos”.
Como si la grave situación de orden público fuera poco, el departamento también padece la indiferencia del Gobierno frente al colapso de sus vías y la incomunicación con los dos Santanderes, en donde los araucanos venden el 96 % de sus productos. “Son 17 días en los que esta importante vía, que nosotros llamamos ‘trocha de la desidia nacional’, tiene un tramo que se llevaron las montañas. En este momento los araucanos tienen pérdidas incalculables”, dijo la representante en la emisora.
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