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La vía que comunica los municipios de Anapoima y Apulo, en Cundinamarca, afronta una emergencia ocasionada por un derrumbe a la altura del sector El Copial, en el kilómetro 48. De acuerdo con información oficial proporcionada por la Gobernación de Cundinamarca y el Instituto de Infraestructura de Cundinamarca (ICCU), alrededor de 250 metros cúbicos de tierra y rocas se desprendieron de la montaña, lo que causó un bloqueo en uno de los principales corredores de la región. El gobernador Jorge Emilio Rey Ángel aseguró que desde la mañana del domingo se ha trabajado sin descanso para restablecer completamente el paso vehicular y minimizar los efectos del desastre.
Para contener la situación, siete máquinas del ICCU y de la concesión Devisab operan en el sitio afectado. Estas unidades especializadas se enfocan en remover el material que cayó y ejecutar un descargue controlado de la ladera. Este procedimiento, esencial para evitar nuevos derrumbes, requiere gran precisión debido a la inestabilidad de los bloques superiores. Las autoridades han manifestado su preocupación por las condiciones climáticas, ya que la presencia de lluvias podría demorar el avance y aumentar los riesgos de deslizamientos adicionales.
En la actualidad, el tránsito en la zona opera únicamente con paso a un carril, bajo el esquema de “pare y siga”, para asegurar la circulación controlada de vehículos mientras continúan las labores de retiro y estabilización del talud. El gobernador mencionó que la restitución total del corredor podría lograrse en el transcurso de la tarde, siempre que las condiciones meteorológicas se mantengan estables y permitan proseguir con las tareas de limpieza sin interrupciones inesperadas.
Por la emergencia, las autoridades ajustaron el plan de reversibles (circulación alternada de vehículos en sentido contrario en un solo carril) que estaba vigente entre Apulo (kilómetro 32) y Mosquera (kilómetro 113). Ahora, este mecanismo funciona únicamente desde el kilómetro 49, a fin de evitar represamientos y mayores afectaciones en la zona donde ocurrió el derrumbe. El monitoreo del talud será constante durante todo el día para garantizar una reapertura con seguridad para los viajeros.
Tanto la Gobernación como el ICCU han recomendado a los usuarios tomar precauciones adicionales, prever retrasos en sus desplazamientos y permanecer atentos a las indicaciones oficiales que se difunden a través de los canales institucionales. La coordinación entre entidades busca no solo restablecer el tránsito lo más pronto posible, sino también impedir nuevos incidentes en este punto crítico de la infraestructura vial departamental.
¿Por qué es necesario el descargue controlado de la ladera tras un derrumbe?
El descargue controlado de la ladera es una técnica utilizada en emergencias viales donde la montaña se ha visto desestabilizada por deslizamientos. Según las fuentes oficiales, esta medida se adopta cuando existen bloques de tierra o roca que no cayeron completamente durante el derrumbe inicial, pero que presentan riesgo de desprenderse en cualquier momento debido a la inestabilidad creada en el talud.
En el contexto del derrumbe en El Copial, este procedimiento se realiza con especial cuidado, pues las lluvias incrementan la posibilidad de que el terreno siga cediendo. El método permite retirar de manera programada y segura aquellos materiales que podrían causar nuevos bloqueos o poner en peligro a los trabajadores y a quienes transitan por la vía. Esto, a su vez, es fundamental para garantizar una reapertura segura y evitar la repetición de la emergencia en los días posteriores.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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