Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por pulzo   Dic 29, 2025 - 2:07 pm
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Antioquia enfrenta un diciembre marcado por una crisis de salud pública sin precedentes. A lo largo del mes, el departamento ha visto cómo se incrementan los casos de personas afectadas por quemaduras, tanto por el uso imprudente de pólvora como por accidentes con líquidos calientes. De acuerdo con los reportes del Hospital San Vicente Fundación, las primeras tres semanas de diciembre dejaron un saldo alarmante de 133 pacientes con quemaduras: 58 de estos incidentes estuvieron relacionados con líquidos calientes, mientras que 22 personas resultaron heridas por manipulación de pólvora, alcanzando un total de 136 casos de quemaduras por pólvora en todo Antioquia según las últimas cifras.

El impacto de estas cifras revela el profundo reto social, cultural y sanitario que implica la temporada navideña en el territorio antioqueño. Según Hidalgo Vélez Sierra, líder de la unidad de quemados del Hospital San Vicente Fundación, aunque el número de víctimas quemadas por líquidos calientes mostró una leve disminución en comparación con años anteriores, especialmente entre menores de edad, la situación continúa siendo preocupante. Las quemaduras, tanto por líquidos calientes como por pólvora, son incidentes que pueden prevenirse con medidas básicas, lo que acentúa la gravedad del problema y pone en evidencia la necesidad de fortalecer los esfuerzos en educación y prevención.

Desde la Secretaría de Salud e Inclusión Social de Antioquia, Marta Cecilia Ramírez Orrego explicó que la reducción en las lesiones por líquidos calientes responde en parte a campañas educativas y a la imposición de sanciones legales, especialmente en colaboración con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), dirigidas a padres y cuidadores cuyas acciones, u omisiones, derivan en accidentes que afectan a menores de edad. Sin embargo, estos avances resultan escasos frente a la presión hospitalaria que impone la temporada decembrina.

Actualmente, la capacidad de atención en la unidad de quemados, tanto para menores como para adultos, ha llegado a su límite. La red hospitalaria del departamento ha indicado que, para afrontar las emergencias esperadas durante las celebraciones de fin de año y Año Nuevo, podrían ampliar su respuesta logística hasta en un 150% para atender procedimientos complejos requeridos por pacientes quemados.

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En este contexto, las autoridades insisten en recordar a la ciudadanía las acciones básicas de primeros auxilios para evitar complicaciones graves: en caso de quemadura por líquido caliente, se debe aplicar agua sobre la herida y cubrirla con una sábana limpia mientras se acude a servicios médicos en quemaduras de segundo o tercer grado, sin recurrir a remedios caseros o cremas no prescritas para evitar infecciones.

La petición de las autoridades es clara: la prevención debe primar. Supervisar en todo momento a los niños, alejarlos de fogones, asados y recipientes calientes, y evitar que personas bajo efectos del alcohol manipulen utensilios peligrosos, son recomendaciones fundamentales. Proteger a los seres queridos debe ser el propósito primordial mientras se celebran las festividades decembrinas.

¿Por qué es tan peligroso el uso de pólvora en las festividades navideñas?

El uso de pólvora durante la Navidad y el Año Nuevo es tradicional en muchas regiones, incluyendo Antioquia, pero las consecuencias de su manipulación inadecuada pueden ser graves, especialmente para menores de edad. Según el Hospital San Vicente Fundación, los incidentes relacionados con pólvora han contribuido de manera significativa al alarmante número de quemaduras reportadas en el departamento este año. Las campañas educativas y el endurecimiento de las sanciones buscan reducir estos episodios, pero la cultura del uso de pólvora sigue generando riesgos que ponen en jaque la capacidad hospitalaria y la salud pública regional.

La relevancia del tema radica en que, si bien la pólvora es percibida como elemento festivo, su manipulación conlleva peligros inherentes que afectan tanto a quienes la usan como a quienes se encuentran en su entorno. Por eso, las autoridades enfatizan la necesidad de promover una celebración segura, donde el bienestar de la comunidad esté por encima de las tradiciones potencialmente dañinas.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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