Se trata de grabaciones —asegura Coronell en su columna de Los Danieles— en las que el expresidente Uribe y su entonces abogado, Cadena, hablaban de conseguir “pruebas contra Gustavo Petro”.
Sobre ese tema, el comunicador ya había adelantado algo en Razón Pública, donde dijo que Uribe le pidió al jurista “una grabación para Petro”.
Una de las conversaciones, dice el columnista, sucedió a principios de 2018 cuando Petro lideraba la intención de voto para las elecciones presidenciales, en las que ganó Iván Duque.
En esa grabación se escucha al expresidente preguntarle a Cadena si sí iban a dar una declaración, sobre permisos que Petro le pedía a una “gente”.
El abogado responde: “Sí, presidente. Yo voy la otra semana para allá y voy a hacer la declaración. Incluso, el señor es el que me está diciendo: ‘Venga que eso se lo entrego solamente a usted’. Entonces voy a ir la semana entrante para eso“.
El segundo diálogo, según Coronell, es de abril del 2018. Ahí, Uribe le comenta al jurista sobre una declaración que Petro había hecho, relativa a que el expresidente había promovido el Clan del Golfo cuando fue gobernador Antioquia.
Posteriormente le dice a Cadena:
—Muy buena esa declaracioncita que se dice contra él.
— La semana entrante, presidente. Cosas puntuales y contundentes, no chismes de cocina, por Dios —responde el abogado.
Coronell no menciona quién sería la gente o la persona que supuestamente iba a declarar en contra de el líder de la Colombia Humana. No obstante, menciona que en una sesión de Congreso, cuando Duque ya era presidente, Petro le reclamó a Uribe por supuestas diligencias que estaba haciendo Cadena con “extraquetos” para que ellos, dijo Petro, lo acusaran de “recibir fondos del narcotráfico”.
A eso Uribe respondió: “[…] Una de las enseñanzas importantes, que de Sócrates recogió Platón, fue esta: una vida sin examinar, no vale la pena vivirla. No se incomode tanto, senador, porque le examine su vida”.
Por esas conversaciones, el columnista concluye que la supuesta búsqueda de falsos testigos que habría hecho Cadena no solo era para perjudicar a Iván Cepeda, sino que era un “modo de operación concertado contra varias personas”.
No obstante, tanto el expresidente como el abogado han defendido a capa y espada su inocencia, por la supuesta manipulación de exparamilitares encarcelados, para que no vincularan a Uribe con las extintas autodefensas.
Sobre un pago que se comprobó que Cadena le hizo a un exparamilitar, el abogado dice que fue una ayuda humanitaria de la que el líder del partido de Gobierno no estaba enterado.
Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia no cree esa versión y, por el contrario, considera que Uribe “autorizó” a Cadena para hablar con los presos, y hasta lo señaló de efectuar “ofrecimientos o promesas de beneficios económicos y/o jurídicos a varios testigos para que declararan falsamente a su favor”, a través de terceros.
Precisamente por eso fue que ordenó que Uribe permanezca en detención domiciliaria mientras se adelanta la investigación de falsos testigos, por la que a Cadena también se le impuso la casa por cárcel.
El alto tribunal considera que el expresidente puede obstruir la investigación si se defiende en libertad.
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