La iniciativa busca prohibir en Colombia los ‘esfuerzos de cambio de orientación sexual, identidad y expresión de género’ (Ecosieg), donde se lleva a personas LGBTI para aplicarles supuestos tratamientos, más parecidos a torturas, principalmente orientados a convertirlos en heterosexuales.

Es sobre ese proyecto que se radicó la recusación contra Toro, en la que se pone de manifiesto que pertenece a la comunidad LGBTI, como si eso supusiera un impedimento para presentar y defender un proyecto favorable para esa misma.

(Vea también: Propuestas (no tan comunes) para indígenas, afros y LGBTIQ+ de candidatos a presidencia)

Sin embargo, también argumenta otras cosas igualmente discutibles, según denunció el propio ponente. Una es que se limita a los Ecosieg para personas LGBTI, “pero no para heterosexuales cuando las tratan de convertir en homosexuales”, cosa que el propio toro resalta como “absurda” pues “no hay denuncias de heteros sometidos a torturas para ser LGBT”.

Luego, el texto afirma cosas como que “Toro coloca en estado de indefensión a ciudadanos no diversos por intereses personales”, y lo acusa de “tener un interés particular real directo” al presentar “un proyecto que solo favorece a una minoría donde él está incluido”, por lo que “debe declararse impedido”.

Lee También

El congresista Jorge Gómez calificó la recusación como “una posición supremamente reaccionaria”, y puso clara la contradicción: “Si el doctor Toro está impedido por su condición de homosexual, todos estamos impedidos, los heterosexuales también. Nadie podría votar ese proyecto”.

“Qué más acto de discriminación que ese”, agregó Toro en su turno de intervenir, lamentando que se busque “que no pueda debatir en el Congreso de la República por ser gay” ni “presentar un proyecto de ley que protege los derechos de la comunidad diversa que está siendo torturada”.

Entre esas torturas, que busca prohibir, mencionó “vejámenes, electrocutamiento, violaciones, mutilaciones, quemadas con ácido y baños con agua fría”.

“Es como si yo los recusara por ser heterosexuales. ¿Ve el país homófobo en el que vivimos hoy, doctor Acosta?”, comentó, refiriéndose al representante Carlos Acosta, uno de los que apoyó la recusación. “No es chistoso doctor Acosta; duele. Duele para quienes hacemos parte a la población LGBTI y hemos sido sometidos a tortura, a discriminación, a asesinatos”, agregó.

“Es una recusación homófoba, pero ya lo decidirá la comisión de ética”, concluyó el representante.

Paradójicamente, Toro tuvo que dejar la sesión justo después por recomendación de sus abogados, mientras se define su recusación.