Durante la audiencia de este lunes, los jueces expresaron palabras de elogio y solidaridad hacia Bedoya por los actos de violencia de los que fue víctima y su lucha por continuar ejerciendo el periodismo.

A raíz de esto, Camilo Gómez, director de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado (ANDJE), acusó a los jueces de la Corte IDH de “falta de objetividad” y de “prejuzgar” al Estado con las preguntas que le formularon a la periodista. Aunque no quiso entrar en detalles sobre su protesta, anunció que presentará un escrito de recusación, antes de retirarse de la audiencia.

Gómez sostuvo que el Estado reconoce la lucha y el trabajo de la periodista y que “ninguna mujer debería sufrir una ataque de este tipo ni ningún periodista ser amenazado por su trabajo”. Sin embargo, enfatizó en que “la obligación de los jueces es ser objetivos e imparciales” y “no prejuzgar a un Estado que se presenta con humildad ante la Corte y que espera imparcialidad”.

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Pese a la queja, la presidenta de la Corte IDH, Elizabeth Odio, decidió continuar con la audiencia con el testimonio del periodista Jorge Cardona, pero al final del día se decidió suspender todo hasta que no se resuelva la recusación contra Odio y los Jueces Patricio Pazmiño Freire, Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot, Raúl Zaffaroni y Ricardo Pérez Manrique, según informó El Espectador.

Para el martes estaba programado que los jueces escucharan a un perito propuesto por la representación de la víctima y a uno del Estado, pero en cambio se espera que el Estado presente su escrito de recusación formal.

Bedoya se quejó por la decisión en su cuenta de Twitter: “Los criminales me han querido silenciar todos estos años y el Estado hoy pretende hacer lo mismo. Retirarse del juicio demuestra que no tiene la más mínima intención de que haya justicia en mi caso y en los casos de violencia sexual“, lamentó.

FLIP dice que el Estado “revictimiza a Jineth Bedoya”

Bedoya también recibió múltiples apoyos en redes sociales, pero también de personajes que van desde congresistas hasta colegas periodistas. La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) dijo que el “retiro del Estado de la audiencia es un acto sin precedentes, lo que genera preocupación sobre el compromiso del Estado colombiano frente al juicio por violaciones de derechos humanos y al sometimiento frente a la decisión que adopte la Corte“.

“Las organizaciones que representamos a la periodista consideramos que la actitud del Estado demuestra la desidia contra las víctimas de violencia sexual en el conflicto armado y niega espacios dignos para acceder a la justicia”, manifestó la FLIP en un comunicado.

También aseveró que la forma de actuar del Estado parte de una estrategia que busca “deslegitimar a la Corte IDH y significa un nuevo obstáculo en el proceso, que continúa castigando a Jineth Bedoya por hacer escuchar su voz, resultando así en un nuevo intento de silenciarla”.

El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) y la FLIP, representantes de Jineth Bedoya Lima, también controvirtieron las quejas de Camilo Gómez, diciendo que “los comentarios de los magistrados fueron dignificantes y oportunos en la medida que acababan de escuchar el valiente testimonio de una sobreviviente de graves violaciones a derechos humanos, pero de ninguna manera prejuzgaron sobre la responsabilidad del Estado, tal y como alega la defensa”, explica la FLIP.

El testimonio de Jineth Bedoya en la Corte IDH

La periodista relató lo sucedido en el año 2000 cuando investigaba hechos de violencia, tráfico de armas y compra y venta de secuestrados entre paramilitares, la guerrilla y el narcotráfico con complicidad de policías y militares en la cárcel La Modelo de Bogotá.

Bedoya recordó que cuando esperaba la autorización para ingresar a la cárcel fue secuestrada y luego los captores la torturaron y la violaron, y le dijeron que se trataba de un escarmiento por sus reportajes. También recordó que antes de estos hechos había recibido amenazas y que en noviembre de 1999 el Estado le negó un esquema de protección especial que había solicitado mediante una carta.

“Reparar el dolor que enfrenta una mujer después de violencia sexual es casi imposible; la violencia sexual nos quiebra en mil pedazos. Pero algo que sería reparador es que el lugar donde inició todo se pueda cerrar. Clausurar la cárcel Modelo, que es un símbolo de la impunidad”, afirmó Bedoya.

La comunicadora pidió convertir esa cárcel en un centro de memoria histórica, pues asegura que allí se han cometido violaciones de derechos humanos de todo tipo.

Asimismo, pidió a la Corte IDH medidas para que en Colombia se reconozca el delito de la violencia sexual contra las mujeres como arma de guerra y que haga especial énfasis en la protección a las comunicadores con enfoque de género: “A nosotras se nos sigue intimidando y estigmatizando por nuestra condición de mujer. Existe un subregistro de casos de mujeres que han enfrentado violencia sexual en todas sus formas“, dijo.

La periodista también dijo que en el conflicto armado colombiano también hay víctimas que han sido invisibilizadas como las niñas y mujeres reclutadas por la guerrilla, quienes fueron esclavizadas, violadas y obligadas a abortar. Sobre su caso, afirmó que se mantiene en la impunidad y sin avances significativos en la investigación de la Fiscalía, a pesar de que ella ha entregado pruebas sobre el autor intelectual: un exgeneral del Ejército.