En el texto, publicado por la revista Semana, Martínez asegura que “un sector de la opinión, de la clase política y de los medios” están utilizando las sucesivas muertes del testigo clave del caso Odebrecht, Jorge Enrique Pizano, y su hijo Alejandro, “para promover teorías de persecución en busca de su propio beneficio”.
Martínez resalta que forjó una amistad con los Pizano desde que tenía cuatro años y sostiene que sigue siendo muy cercano a esa familia:
“No se puede aceptar que una pérdida familiar de esta magnitud esté siendo utilizada para crear suspicacias donde no las hay”.
El remitente considera que las insinuaciones (sobre acusaciones entre las dos familias) “son una ofensa para la memoria y el legado de Alejandro Pizano”, a quien define en tres palabras: “Familia, amor y compromiso”.
En la carta, Martínez exalta las cualidades de Pizano, recopila algunos momentos de su amistad, desde el colegio hasta los días posteriores a la muerte de Jorge Enrique Pizano, y concluye:
“No tengo duda, Alejo, usted era muy bueno para este mundo”.
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