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La reciente captura de tres presuntos miembros del Frente Camilo Torres Restrepo del Ejército de Liberación Nacional (ELN), identificados como alias Ciro, Maikol y Lupin, supone un golpe importante para este grupo armado dedicado al secuestro y la extorsión en el sur del Cesar y la zona del Catatumbo. Según detallaron las autoridades, estas personas serían responsables del secuestro del ganadero Adalberto Osorio Mantilla, ocurrido el 30 de junio en Aguachica, cuyo rescate se resolvió tras el pago de una suma cercana a los $1.500 millones y la acción de las fuerzas de seguridad, lo que evidencia la peligrosidad y el impacto de estas redes criminales en el ámbito rural [elpilon].
La operación fue resultado del trabajo conjunto entre el Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula) de la Policía Nacional y la Fuerza Aeroespacial Colombiana. Además de los arrestos, se incautaron motocicletas utilizadas por la banda para sus desplazamientos, dificultando la movilidad y capacidad logística del grupo, el cual lleva más de cinco años con actividades delictivas en esa región. Los capturados recibieron medida de aseguramiento por orden de un juez de control de garantías y permanecen en un centro penitenciario [elpilon].
El comandante de la Policía en Cesar, coronel William Morales, subrayó el valor estratégico del operativo, al afectar directamente el financiamiento y la operatividad del grupo armado, lo que supone una merma en su capacidad para perpetrar nuevos delitos. Eduardo Esquivel, secretario de Gobierno de Cesar, anunció la entrega de 30 millones de pesos como recompensa a quien brindó información clave, incluso cuando las autoridades reportan que en 2025 ya se han efectuado 2.058 capturas relacionadas con delitos similares, y solo en septiembre se registraron 107 detenciones [elpilon].
En ese contexto, el Frente Camilo Torres Restrepo constituye una de las disidencias del ELN que mantiene control criminal en zonas rurales a través de extorsión, secuestro y minería ilegal, afianzando su posición tras la desmovilización paramilitar. Estudios de organizaciones como Indepaz destacan cómo, en regiones vulnerables, estos grupos han adaptado sus finanzas ilícitas, resistiendo la presión estatal por la débil presencia institucional y la precariedad social [Indepaz 2024].




El secuestro, que durante décadas fue un mecanismo recurrente de los grupos armados, ha disminuido considerablemente en Colombia. Organizaciones como el Observatorio de Justicia Transicional atribuyen este logro a una mayor presencia estatal, inteligencia militar y cooperación internacional. Sin embargo, el fenómeno no se ha erradicado; persiste en zonas como el Cesar, donde la fragilidad institucional facilita la permanencia de estos delitos [Observatorio Justicia Transicional 2024].
A pesar del éxito policial, la continuidad de estos grupos se explica por contextos estructurales: pobreza, falta de servicios y ausencia estatal siguen siendo caldo de cultivo para la criminalidad organizada. Tal como advierte el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), la confrontación armada debe integrarse con proyectos sociales y desarrollo territorial, de lo contrario, los resultados serán frágiles y difíciles de mantener [Centro CERAC 2023].
En conclusión, los hechos recientes muestran la eficacia táctica de las fuerzas estatales, pero también resaltan la urgencia de políticas integrales que combinen seguridad, desarrollo y reconciliación social. El periodismo riguroso tiene el deber de informar sobre estos procesos basándose en fuentes oficiales y verificables, evitando cualquier especulación que distorsione la dimensión real de los retos de seguridad y paz en Colombia [Fundación Gabo, 2023][LatAm Journalism Review, 2024].
¿Qué mecanismos existen para denunciar la extorsión en zonas rurales del Cesar?
La pregunta surge debido a la prevalencia de la extorsión como delito cometido por grupos ilegales en la región mencionada, donde muchas víctimas temen represalias o carecen de acceso efectivo a canales de denuncia. La existencia de sistemas especializados, como las líneas del Gaula de la Policía y recompensas ofrecidas, se vuelve esencial para la ruptura del ciclo del silencio y la impunidad.
Conocer cómo y dónde denunciar facilita la reacción rápida de las autoridades, contribuye a investigaciones exitosas como la que permitió la captura de los presuntos secuestradores y fortalece la confianza en las instituciones de seguridad. La divulgación de estos mecanismos es fundamental para que otras víctimas puedan buscar ayuda y protección en contextos de alta vulnerabilidad.
¿Qué características tiene el Frente Camilo Torres Restrepo del ELN en comparación con otros grupos ilegales?
El interés por distinguir las particularidades de este grupo armado surge porque su accionar y forma de mantenerse varían respecto a otras estructuras ilegales presentes en Colombia. El Frente Camilo Torres Restrepo, según Indepaz, ha integrado actividades como la minería ilegal, la extorsión y el secuestro para sostenerse en contextos específicos del Catatumbo y el Cesar.
Comparar sus modos de operación con otros grupos permite entender mejor los desafíos de seguridad y las estrategias diferenciales que se requieren para hacerles frente. Además, profundizar en sus dinámicas ayuda a la formulación de respuestas estatales y sociales más adecuadas a las condiciones reales de las comunidades vulnerables a su influencia.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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