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Escrito por:  Valeria Arias
Redactora     Ene 15, 2025 - 10:38 am

En Colombia hay muchas construcciones inconclusas y ya se va a completar una década desde que el famoso megaproyecto de la calle 100 con Carrera Séptima se aprobó para ser entregado como proyecto de revitalización de Usaquén y Chapinero.

¿Qué pasó con el edificio de la calle 100 con Séptima?

El Plan de Renovación Urbana ‘El Pedregal’ fue aprobado en 2014 para ser epicentro de oficinas y un centro comercial en uno de los puntos privilegiados de la capital y que en unos años se proyecta a ser neurálgico para el transporte público de la capital. Sin embargo, en la actualidad, luego de múltiples demandas y procesos judiciales, está completamente detenido.

Sin embargo, han pasado ya cuatro administraciones de la capital y los ciudadanos siguen aún pasando frente a su fachada inconclusa con vidrios negros y una cerca con paisajes que desvía la atención.

El proyecto ha quedado paralizado por decisiones cruzadas de las administraciones que han pasado por su historia. El gobierno de Gustavo Petro, que aprobó el proyecto lo hizo incluyendo al construcción de una estación de tren ligero sobre la Carrera Séptima. Pero la administración de Peñalosa cambió a una troncal de buses, lo que provocó una demanda por parte de Aldeanismo Proyectos que terminó con la caída de esta decisión.

Luego, el proyecto quedó congelado tres años mientras se estructura el proyecto de Corredor Verde por la Carrera Séptima de la alcaldía de Claudia López. Esta administración logró llegar a un acuerdo con el promotor y adjudicó el tramo lll del proyecto, desde la calle 99 hasta la calle 200.

(Vea también: Conjuntos residenciales fueron construidos sobre futura vía de Bogotá: ¿los van a demoler?)

¿En qué va el edificio Pedregales de la Carrera Séptima con calle 100?

En la actualidad, hay muchas cartas en juego, el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) está pensando en tomar la obra y ejecutarla en su afán de garantizar la movilidad a futuro y hacer la intersección que conecte con la troncal de Transmilenio de la 68 y el tramo lll del Corredor Verde. Esto con el fin de solucionar y cobrar el dinero al futuro responsable del plan.

Por otro lado, Aldea Proyectos fue intervenido por la Superintendencia de Sociedades y en 2024 aceptó un proceso de reorganización, que aún está en proceso y en 2024 su represente habló para El Tiempo.

“El tema no es que sea un elefante blanco o un estorbo para la ciudad. El tema es que yo me metí en esta locura de hacer legítimamente un proyecto y meter mucho dinero y la ciudad me quedó mal […] Ahora, por primera vez, tengo a la ciudad más avanzada que yo y ya hay contratos de por medio, como el del Corredor Verde”, dijo Julián Bonilla.

Además, el representante señala que el proyecto del centro comercial está a punto de ser comprado para ser ejecutado por un cliente grande, dueño de otros centros comerciales en el país, lo cual permitiría seguir depurando parte del plan de construcción del megaproyecto.

Adicionalmente, también están en proceso los líos legales con Cremil, la Caja de Retiro de Fuerzas Militares, que puso dinero ahorrado de los militares en Colombia para este proyecto y ahora reclama un daño patrimonial de más de 577.000 millones de pesos.

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¿De dónde viene la expresión elefante blanco?

La historia de este término se remonta a la sociedad asiática meridional, en el área de Myanmar y Tailandia. Los elefantes ‘blancos’ [que realmente tienen su piel gris clara o marrón rojiza] son considerados sagrados, según el portal especializad López Dóriga.

En la antigüedad tailandesa (Siam), los reyes regalaban elefantes de esta especie a los súbditos enemigos como sinónimo de ataque o venganza. Al ser sagrados, no podían deshacerse ni sacar algún beneficio de estos, por lo que se veían obligados a invertir mucho dinero en su manutención, lo que hacía que terminaran en la ruina económica.

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