Son varias las obras inconclusas o ‘elefantes blancos’ identificados en el departamento del Quindío. Entre ellas se encuentran edificaciones y construcciones que están bajo la lupa de la Contraloría General de la República.

A través de la ley 2020 del 17 de julio del 2020, todas las entidades estatales reportan e identifican información de gran interés, la cual ha permitido dar inicio a un proceso investigativo, que, se espera, culmine con soluciones para los territorios afectados.

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En diciembre 17 de 2020, la Contraloría identificó dos ‘elefantes blancos’ en la región, los cuales suman una inversión de $7.300 millones. Uno de ellos se encuentra ubicado en Buenavista, correspondiente a la construcción del teleférico, Parque el Tolrá, por un valor de $3.600 millones, obra que se encuentra culminada pero nunca pudo ser habilitada por fallas en su diseño.

En segundo lugar se tiene el proyecto de viviendas de interés social El Refugio, una obra que se encuentra en Calarcá y ejecutada por un valor de $3.700 millones, la cual llegó a estar cerca de su culminación pero no pudo ser ocupada por los posibles beneficiarios.

La Crónica visitó El Refugio, obra catalogada como ‘elefante blanco’ ante los entes de control. El recorrido fue hecho después de que la obra de viviendas, en la zona de Matusalén sobre el sector de La Primavera, fuera registrada por la actual administración municipal en la página de la Contraloría.

Viviana Tamayo Gómez, secretaria de Infraestructura de Calarcá, indicó que desde el momento en el que se emitió la ley 2020 del año 2020 se dio paso a incluir la obra de El Refugio dentro de los ‘elefantes blancos’ a nivel nacional, motivo que les obligó a hacer un seguimiento exhaustivo de la obra desde sus inicios.

  • Descripción de la obra: El Refugio, conocido también como torre de El Refugio, un proyecto de vivienda de interés social.
  • Ubicación: La torre se encuentra construida en un predio donde se ubicaba la finca El Refugio en el sector de La Primavera.
  • Construcción: La edificación se compone por 2 torres de 5 pisos cada una. Cada piso tiene 2 apartamentos con espacios para cocina, zona de ropa, un baño, 3 alcobas, pasillo y salón comedor.
  • Área del predio: 43.176 metros cuadrados.
  • Área construida: 20.975 metros cuadrados.
  • Presupuesto total: $3.738.921.223.
  • Fecha de inicio: 26 de abril de 2011.
  • Entrega: año 2012.
  • Matrícula Inmobiliaria: 282-1930 Año 2011.
  • Ordenador del gasto: Carlos Enrique López Murillo —alcalde de Calarcá para el periodo 2008-2011—.
  • Conclusiones de la Contraloría: la obra no es habitable, porque no cuenta con servicio de acometidas de acueducto y eléctricas, presenta posible falla estructural y alturas de entre piso sin cumplimiento de norma.
  • Otros usos: durante algún tiempo, la edificación albergó a los perros sin hogar de Calarcá. A la fecha no se ha definido acción administrativa.

Seguimiento a una obra sin fin

La torre del Refugio se ejecutó en el año 2011 en un convenio realizado entre el municipio, bajo la administración de Carlos Enrique López Murillo, y la Asociación Hábitat para la Humanidad Colombia.

El convenio tenía dentro de su alcance la construcción de una torre familiar para viviendas de interés social prioritario, teniendo como objetivo, albergar a 20 familias.

Las viviendas como se tenía programado inicialmente, no aplicarían a subsidios del Estado ni los beneficiarios tendrían que aportar recursos para la adquisición de las mismas.

Según lo indicado por la secretaria de Infraestructura de la alcaldía municipal, serían viviendas de propiedad del municipio, quien se encargaría de adjudicarlas a las familias que requirieran pronta reubicación. Y teniendo en cuenta el expediente de la obra no se establecieron beneficiarios iniciales en este proyecto.

2012

Luego, para el 2012, la obra fue entregada, cuando recién iniciaba la administración de Juan Carlos Giraldo Romero, y al momento de recibirla se hicieron apreciaciones de tipo técnico frente al incumplimiento de la normativa de altura entre pisos.

Seguido a esto, los apartamentos iban a ser entregados a los beneficiarios pero debieron suspender la adjudicación debido a que la zona no contaba con conexión a servicios públicos.

Al estar sin celaduría ni residentes, la torre fue vandalizada, afectando sus redes eléctricas, carpintería metálica, baterías sanitarias, entre otros elementos de las viviendas que fueron hurtados, quedando en condiciones poco óptimas para ser entregadas.

2017

En el 2017, durante la administración municipal liderada por Yenny Alexandra Trujillo Alzate, se llevó a cabo la contratación de una consultoría, la cual se encargó de adelantar un análisis de reforzamiento y vulnerabilidad del edificio, concluyó que la edificación tenía condiciones de construcción irregulares.

Así, el estudio indicó que la obra podía someterse a un reforzamiento de su estructura, debido a que no estaba peligrando, sin embargo, registraba fallas constructivas y técnicas y tenía incumplimiento especialmente a la norma que regula la altura entre pisos

2020

Posterior a esto, en el 2020 cuando empezó a regir la ley 2020 de obras inconclusas o ‘elefantes blancos’ de la Contraloría General de la República, Calarcá reportó esta iniciativa en su jurisdicción.

Según lo informado por Viviana Tamayo Gómez, secretaria de Infraestructura de la presente administración, la alcaldía adelanta actualmente un seguimiento a la obra y a sus novedades.

“Para eso tuvimos que estudiar todo el expediente que es bastante extenso y rendir toda la información técnica detallada que pide la Contraloría en cuanto a fuentes de financiación, ejecuciones, plazo, condiciones técnicas, conclusiones, y ya con esos reportes empezamos a hacer un seguimiento mensual en una plataforma de la Contraloría”, manifestó la funcionaria.

Nuevos estudios estructurales

Además, para adelantar un análisis exacto sobre el estado de la obra, la administración actual generó alianzas con la academia para obtener una evaluación técnica de la construcción que tiene en la mira a Calarcá.

“Considerando que no teníamos mayores insumos para definir si la edificación se debe demoler, se ofició a la Sociedad de Ingenieros y a la Universidad La Gran Colombia para que apoyaran a la administración con un concepto técnico sobre el estado de la edificación, digamos que en su momento la respuesta de la Sociedad de Ingenieros no fue muy conveniente y La Gran Colombia sí aceptó la propuesta de hacer un análisis de la edificación desde el tema de habitabilidad”, afirmó Tamayo Gómez.

Como resultado de este análisis realizado por la institución superior, se llegó a la conclusión que desde el tema de habitabilidad la edificación debe ser demolida y no ejecutar un reforzamiento estructural, esto debido a que según los resultados obtenidos, la torre no tiene las condiciones de confort térmico y espacios, registrando deficiencias en los accesos, especialmente en el ancho de las escaleras y la altura de los apartamentos.

“Ya teniendo este soporte y el análisis de vulnerabilidad, en este momento estamos tratando de hacer un acercamiento con la Universidad del Quindío para ver si con ellos podemos tener un segundo concepto, toda vez que no tenemos hasta el momento un análisis financiero de qué sería lo recomendado o lo más viable para el municipio”, indicó la secretaria.

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Estudios necesarios

El análisis de vulnerabilidad adelantado durante el 2017 indicó que el edificio podía ser reforzado en su estructura y dejó insumos técnicos para dicho reforzamiento en paredes, techos y pisos, arrojando un presupuesto aproximado de $1.200 millones para la intervención, el cual no es exacto y no tiene en cuenta el incremento de costos en insumos con cambio de anualidad.

“Debido a la necesidad de conocer los costos exactos y luego de conocer el estudio radicado por el gobierno anterior, queremos hacer un nuevo análisis técnico que incluya ese componente financiero para el municipio, toda vez que esos $1.200 millones dividido en 20 apartamento —$60 millones por unidad de vivienda—, representaría una modificación de estratos, ya no serían casas de interés social sino casas de estrato 4 o 5, porque sería mucha inversión para la edificación y no se subsanaría el tema del incumplimiento de norma en cuanto a las alturas de entre piso porque son apartamentos más bajitos de lo aplicado en la norma de vivienda”, dio a conocer la secretaria de Infraestructura de Calarcá.

Un comité permanente

Luego de registrar El Refugio como una obra la cual requiere una pronta solución, la alcaldía actual estableció un comité de seguimiento y verificación bajo la resolución 559 del 27 de julio de 2021 por la cual se conforma un comité técnico para la evaluación sobre la intervención física de terminación o demolición de la obra civil inconclusa El Refugio de conformidad con la ley 2020.

“El comité interdisciplinario, conformado por varios secretarios de despacho de la administración, tiene como principal tarea realizar el seguimiento de la obra y ver las acciones a implementar para darle continuidad al trámite dentro de la Contraloría, que brinde una solución rápida y oportuna a la misma que ahora se encuentra en la mitad de varias viviendas que están siendo construidas en el predio donde se hizo la torre inicial”. 

Esta situación impide una demolición con uso de explosivos debido a las nuevas construcciones, por lo que de aprobarse esta opción se llevaría a cabo una intervención manual, evitando afectaciones en las unidades de viviendas aledañas.

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Actualidad del predio

Actualmente en el predio donde se proyectaba el establecimiento de 25 torres para un total de 500 unidades de vivienda, se adelanta un proyecto que consiste en la construcción de 195 casas de interés social, denominado Urbanización La Primavera.

A la fecha, alrededor de 135 casas se encuentran en etapa final, ubicando las 6 primeras manzanas de este nuevo barrio que nace en la ‘Villa del Cacique’ y que se encuentra vendido en su totalidad, contando con subsidios de vivienda por parte del gobierno nacional, cajas de compensación y el subsidio del lote por parte de la administración local.

Proyección inicial

El recurso asignado para la construcción de la torre alcanzó más de $3.700 millones, de los cuales $930 millones fueron para la construcción de la torre y los $2.800 millones restantes fueron invertidos para las adecuaciones del predio en el que se iba a construir la torre de El Refugio.

En un inicio, el proyecto buscaba un alto alcance con la construcción de 25 torres familiares, de las cuales se construyó una con el presupuesto inicial, con esta planificación se llevó a cabo la adecuación del terreno y la ejecución de las tareas de urbanismo y de redes para todo el predio, provocando una alta inversión.