Sin embargo, lo persigue un escándalo relacionado con un millonario contrato para el manejo de basuras cuando era alcalde de Bucaramanga.

El aspirante a la presidencia siempre dice que “los politiqueros” de Santander le quieren manchar su nombre con dichos señalamientos, pero habrían aparecido rastros al respecto que lo salpicarían.

Según La Silla Vacía’, “hay pruebas que incriminan a Hernández en un entramado en el que su hijo Luis Carlos Hernández aspiraba a recibir de 1,5 millones de dólares como coima de una unión temporal llamada Vitalogic, empresa que casi se queda con el negocio”.

De hecho, el ingeniero se encuentra en pleno juicio disciplinario y fue imputado en 2020 por presunto interés indebido en un caso en el que José Manuel Barrera, exgerente de la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab, ha venido aceptando culpas.

Barrera reconoció “haber ayudado a elegir un consultor para que el millonario negocio se lo ganaran las empresas que apadrinaba el hijo de Rodolfo Hernández”, agregó el medio.

Es así como un testimonio del propio Hernández en 2016 jugaría en su contra, ya que en él expresa que ordenó contratar a Jorge Alarcón para darle el manejo de las basuras.

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“Si algo hay responsabilidad en la contratación, me la tienen que echar a mí… Yo dije, este es el que me parece y que cobre $ 700 millones es barato para lo que nos vamos a ahorrar”, se le escucha decir.

Otras pruebas, según ‘La silla vacía’, serían que Barrera habría dicho que para Hernández era una formalidad abrir un proceso de contratación y que recibió la hoja de vida de Alarcón por orden del propio ingeniero.

Mientras este caso se resuelve, el candidato espera el momento de presentación de pruebas, programado para el 28 de abril, un mes antes de la primera vuelta de la elección presidencial, prevista para el 29 de mayo.