Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Oct 17, 2025 - 6:05 am
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Ubicada en el centro-occidente de Bogotá, la localidad de Puente Aranda destaca por su papel fundamental en el dinamismo industrial de la capital colombiana, albergando aproximadamente a 231.090 habitantes distribuidos en 1.731 hectáreas. Así lo confirman datos oficiales de la Alcaldía Mayor. Sin embargo, este motor económico enfrenta una crisis sostenida de inseguridad que ha trastocado la vida diaria de sus residentes. Entre 2020 y 2024, el robo de vehículos en la zona aumentó un 42%, y el hurto de motocicletas lo hizo en un 76%. Además, Puente Aranda representa el 13% del total de robos de automóviles en Bogotá, situándose por encima de la media urbana en términos de este tipo de delitos.

Uno de los puntos más afectados por este fenómeno es el Canal Comuneros, un corredor fundamental que conecta Puente Aranda con localidades como Santa Fe, Mártires y Kennedy. El canal, concebido para facilitar la movilidad y el drenaje urbano, afronta actualmente una ocupación prolongada por habitantes de calle, quienes instalan cambuches y contribuyen al deterioro del entorno mediante la acumulación de basura y el consumo de sustancias psicoactivas. Esta realidad, además de incidir negativamente en la percepción de seguridad, ha generado desafíos adicionales en salud pública y gestión del espacio público, complicando la aplicación efectiva de políticas integrales de recuperación urbana.

Ivana Lizarazo, joven residente y estudiante local, expone que la inseguridad y la normalización del consumo de drogas han llegado a convertirse en parte de la cotidianidad para quienes viven en la zona. Su testimonio ilustra de manera directa cómo las estadísticas de delitos se traducen en una experiencia diaria que afecta de manera tangible a la comunidad, mostrando que el problema tiene una dimensión social y humana que va más allá de los números.

La Secretaría Distrital de Seguridad de Bogotá sostiene que el crecimiento de la delincuencia en Puente Aranda está estrechamente vinculado a factores socioeconómicos, a una escasa inversión en prevención situacional y a la concentración industrial, que genera una circulación elevada de personas y automóviles, facilitando así oportunidades para el hurto. Fuentes de la Fiscalía General de la Nación han advertido, por su parte, que bandas criminales aprovechan la fragmentación institucional del sector para operar y dificultar la coordinación de los esfuerzos policiales en la zona.

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Frente a este panorama, algunos referentes internacionales cobran relevancia. Medellín ha llevado a cabo, según lo registrado por la Alcaldía de esa ciudad, programas de recuperación de espacio público que combinan vigilancia tecnológica, inversión en infraestructura urbana e intervención social, logrando transformar espacios de alta conflictividad en áreas más seguras y utilizables para los habitantes. Este modelo de cooperación interinstitucional se reconoce como una posibilidad para Bogotá.

Al respecto, un estudio del Observatorio de Seguridad Ciudadana de Bogotá (2023) resalta el impacto positivo de herramientas tecnológicas como las cámaras inteligentes y el análisis de datos delictivos, que han perfeccionado las respuestas de las autoridades en espacios industriales vulnerables, aunque persiste el reto de consolidar la confianza ciudadana en tales sistemas.

La situación también impulsa una reflexión sobre el papel de los medios de comunicación y el periodismo de investigación. El Instituto Reynolds de Periodismo, de la Universidad de Missouri, subraya la importancia de verificar siempre las fuentes y tratar la información con rigor, evitando distorsionar la realidad o contribuir a la alarma social; esto resulta clave para poner en la agenda pública las causas de la inseguridad y exigir a los responsables una respuesta fundada en la evidencia y no en enfoques sensacionalistas.

En síntesis, la inseguridad en Puente Aranda debe entenderse como un desafío complejo, donde intervienen elementos estructurales de orden económico y social. Superar esta problemática requerirá no solo el trabajo articulado de las instituciones y la modernización tecnológica, sino también la participación activa de la comunidad y el acompañamiento de un periodismo responsable, enfocado en la transformación social y la recuperación del espacio público.

¿Qué significa “prevención situacional” en materia de seguridad urbana? Este concepto, mencionado por la Secretaría Distrital de Seguridad, alude a estrategias destinadas a reducir las oportunidades para el delito mediante intervenciones físicas, mejoras en el diseño urbano, control de accesos y fortalecimiento de la vigilancia en espacios públicos. La pregunta es relevante porque ayuda a entender uno de los factores que influyen en la inseguridad de Puente Aranda y aclara el tipo de respuestas que podrían aplicarse en la zona.

Comprender la “prevención situacional” permite dimensionar qué tan efectiva resulta la intervención directa sobre el espacio físico en el control de delitos, comparado con medidas exclusivamente represivas o basadas en aumento de presencia policial. Así, se abre la discusión sobre la importancia de planear entornos urbanos más seguros tanto física como socialmente.

¿Cómo puede la comunidad participar en la recuperación del espacio público afectado? Dada la ocupación del Canal Comuneros y zonas similares, surge la inquietud sobre el papel de los habitantes en la transformación de su entorno. Analizar este tema es pertinente porque involucra a la ciudadanía en procesos de apropiación, vigilancia y colaboración con autoridades, elementos necesarios para asegurar la sostenibilidad de cualquier intervención estatal.

El involucramiento comunitario resulta esencial para mantener los espacios recuperados y prevenir nuevos asentamientos o focos de inseguridad. Más allá del apoyo ocasional a campañas estatales, la organización barrial y la creación de redes de apoyo pueden impulsar una vigilancia constante, fortalecer la confianza en las instituciones y generar una cultura de cuidado colectivo sobre el espacio público.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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