
En septiembre de 2025, más de 800.000 personas en Bogotá accederán a pasajes gratis en TransMilenio como parte de la estrategia Ingreso Mínimo Garantizado (IMG).
El Distrito destinará más de 10.000 millones de pesos para garantizar la movilidad de la población más vulnerable, incluyendo adultos mayores de 62 años, personas con discapacidad y ciudadanos en situación de pobreza extrema o moderada según el Sisbén.
La distribución de los recursos refleja el alcance social del programa: 445.598 adultos mayores reciben $ 3.390 millones, 163.013 personas con discapacidad obtienen $ 2.733 millones y 249.732 ciudadanos en pobreza extrema o moderada acceden a $ 4.403 millones, beneficiando en total a 858.343 personas.
La cantidad de pasajes asignados varía según el perfil socioeconómico del beneficiario.




Para acceder al apoyo, es obligatorio contar con la tarjeta TuLlave personalizada, que permite identificar a cada usuario y recargar el subsidio. La activación se puede hacer en taquillas de TransMilenio o en puntos automáticos con pantalla, siguiendo pasos sencillos.
El Distrito invita a la ciudadanía a consultar si es beneficiaria a través de la página de Integración Social, líneas de atención y puntos locales. Con este programa, Bogotá busca reducir las barreras económicas y sociales, promoviendo la movilidad como un derecho y avanzando hacia una ciudad más equitativa e incluyente.
Por qué algunas personas reciben subsidios en pasajes de TransMilenio
En Bogotá, el sistema de subsidios en pasajes de TransMilenio se implementa como una política pública para garantizar el acceso a la movilidad de personas en condiciones de vulnerabilidad. La razón principal es que el transporte es un derecho fundamental que permite a los ciudadanos acceder a la educación, la salud, el trabajo y otros servicios básicos.
Sin embargo, para miles de familias de bajos ingresos, el costo diario de movilizarse en la ciudad representa una carga económica difícil de cubrir. Por eso, el Distrito decidió otorgar subsidios que alivien esa presión financiera y aseguren que los sectores más frágiles no queden excluidos de la vida productiva y social de la capital.
Los beneficiarios de estos subsidios son principalmente adultos mayores de 62 años, personas con discapacidad certificada y ciudadanos en situación de pobreza extrema o moderada según el Sisbén. Este enfoque responde a la necesidad de proteger a quienes enfrentan mayores obstáculos para generar ingresos estables o sostenerse económicamente.
En el caso de los adultos mayores, muchos dependen de pensiones mínimas o ayudas familiares limitadas; en las personas con discapacidad, los subsidios permiten superar barreras de movilidad que dificultan su participación activa en la ciudad; y para las familias pobres, significan un apoyo directo para acceder a oportunidades laborales y educativas.
Además, el programa de subsidios refleja un compromiso del gobierno distrital con la equidad y la inclusión social. Al subsidiar pasajes, no solo se cubre una necesidad económica, sino que se envía un mensaje sobre la importancia de garantizar igualdad de condiciones para todos los ciudadanos.
En este sentido, la política no se entiende como un gasto, sino como una inversión en cohesión social, dignidad y derechos fundamentales. Así, Bogotá avanza hacia una ciudad donde el transporte no sea un privilegio, sino un recurso accesible para toda la población.
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