Por: Portal Bogotá

Bogotá cuenta con un espacio de información muy completo donde la ciudadanía, residentes y extranjeros pueden consultar la información que les interesa sobre Bogotá, su historia, sus localidades, la gestión y principales noticias de la Administración Distrital.

Este artículo fue curado por pulzo   Oct 9, 2025 - 6:59 pm
Visitar sitio

La transformación de la movilidad en Bogotá se acelera con el progreso de la troncal de la avenida carrera 68, una obra fundamental para la capital colombiana. De acuerdo con información oficial, las labores han avanzado de un 39,91 % en enero de 2024 hasta alcanzar un 65,47 % en octubre de 2025. Este nuevo corredor, de 2,83 kilómetros entre la autopista Sur y la calle 18 sur, impacta especialmente a las localidades de Tunjuelito, Kennedy y Puente Aranda, regiones con alta demanda de transporte y conectividad, según recalca la fuente original. La relevancia de esta vía radica también en su vínculo con la futura Línea 1 del Metro de Bogotá, fortaleciendo un sistema de movilidad integrado y moderno para millones de habitantes.

El proyecto incluye una serie de infraestructuras pensadas para diversos usuarios. Destacan el puente vehicular de Venecia —que cuenta con un 63,10 % de avance y una extensión de casi un kilómetro—, un deprimido vehicular que facilitará la circulación continua, tres pasos peatonales subterráneos, tres estaciones para el transporte público, once puntos de venta de tiquetes y una cicloestación para bicicletas. Hasta la fecha, se han construido más de 31.000 metros cuadrados de espacio público, como parte de los más de 63.900 metros cuadrados proyectados, lo que refleja el compromiso de las autoridades en dotar de áreas accesibles y amigables a la ciudadanía.

La troncal de la avenida 68 no ha estado exenta de dificultades significativas. Entre los principales retos figuran la adquisición y entrega de predios —de los 270 exigidos, solo restan dos por incorporar— y los complejos procesos para trasladar redes de servicios públicos, puntos en los que la coordinación entre distintas entidades ha sido crucial, de acuerdo con datos oficiales. Experiencias similares en otros países latinoamericanos, documentadas por el Banco Interamericano de Desarrollo, evidencian que tales desafíos son comunes en obras de esta envergadura, especialmente en contextos urbanos densamente poblados.

La administración de Bogotá, bajo el liderazgo del alcalde Carlos Fernando Galán, ha impulsado acciones para agilizar las obras, como la reducción de los plazos de permisos y la creación de una comisión intersectorial dedicada a destrabar proyectos estratégicos. Estas decisiones, según expertos de la Harvard Kennedy School, son ejemplo de buenas prácticas en la gestión pública urbana, ya que permiten sortear cuellos de botella y avanzar en la ejecución eficiente de infraestructuras clave.

Lee También

En el ámbito socio-ambiental, la apuesta por infraestructura para bicicletas y peatones responde tanto a los lineamientos de la Agencia de Protección Ambiental de Bogotá como a tendencias internacionales, promoviendo modos de movilidad activos que contribuyen a la reducción de emisiones y beneficios en la salud pública. La integración de la troncal con sistemas de transporte masivo como el Metro busca, además, disminuir la dependencia del vehículo particular y avanzar en la mitigación local del cambio climático.

Adicionalmente, la obra involucra a 766 trabajadores en turnos diurnos y nocturnos, resaltando su impacto en el empleo y la economía de las áreas intervenidas, aunque los expertos advierten sobre la importancia de planes integrales que protejan a las comunidades locales frente a posibles impactos negativos. En suma, el avance de la troncal carrera 68 representa no solo un salto en la movilidad capitalina, sino un ejemplo de los retos y avances en la gestión de proyectos urbanos en América Latina.

¿Cuál es la importancia de los deprimidos vehiculares y peatonales en proyectos urbanos? La construcción de deprimidos vehiculares y peatonales, como los contemplados en la Av. carrera 68, responde a la necesidad de mantener flujos continuos de tránsito sin interrupciones y garantizar la seguridad de peatones en zonas de alta afluencia. Su relevancia radica en que permiten optimizar la circulación y disminuyen la probabilidad de accidentes, elementos fundamentales en entornos urbanos densamente transitados. La participación de estos elementos demuestra el enfoque multidimensional del proyecto y su alineación con estándares internacionales de seguridad vial y urbanismo.

Además de los beneficios inmediatos, estas obras son indicativas de un viraje hacia ciudades más accesibles e inclusivas, puesto que facilitan la movilidad de personas con discapacidad, así como de poblaciones vulnerables. Su adecuada integración en los proyectos de transporte incide de manera positiva en la percepción de seguridad, el disfrute del espacio público y la efectividad del sistema de movilidad urbana en su conjunto.

¿Por qué es relevante la reducción de tiempos en permisos y autorizaciones para obras públicas? La disminución de plazos para la obtención de permisos y autorizaciones en obras públicas, como se evidenció en la troncal de la carrera 68, tiene un impacto significativo en los cronogramas y la eficiencia de los proyectos. La experiencia en Bogotá mostró que, al acortar trámites de seis meses a uno en temas de servicios públicos y de hasta quince días en planes de manejo de tránsito, se evita la paralización de frentes de obra y se garantiza un mejor uso de los recursos asignados.

Esta agilidad en la gestión interinstitucional no solo trae beneficios a nivel de tiempos y costos, sino que contribuye a la confianza ciudadana y a la credibilidad de las autoridades. Tal eficiencia en trámites revela el compromiso de la administración con la entrega oportuna de infraestructuras que, como la troncal de la avenida 68, impactan directamente en la movilidad y calidad de vida de miles de habitantes.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

* Pulzo.com se escribe con Z

LO ÚLTIMO