‘Séptimo día’ dejó en evidencia un caso que, al parecer, se vuelve cada vez más común en Colombia. Parejas de diferentes partes del país y hasta del exterior se contactaron con personas que se presentaban como planeadores de bodas (‘wedding planner’) para que les ayudara a organizar una fiesta soñada como la que han tenido varios famosos, pero se terminó convirtiendo en una pesadilla.

La mayoría de estos contactos se hicieron por el voz a voz y las redes sociales. En páginas de Facebook, las parejas empezaban a buscar a personas que los asesoran en sus bodas y se encontraban con estos hombres que terminaron prometiéndoles cosas que no cumplieron.

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Parejas de Antioquia, de Santa Marta y hasta el extranjero cayeron en el engaño de estos señalados estafadores que siempre les mostraron mucha seguridad en sus palabras, pero que, días antes de la boda o incluso horas antes del evento dejaban de responder.

Por ejemplo, una una mujer colombiana y su prometido, un hombre holandés, cotizaron una fiesta que les costaría 40 millones de pesos, en Antioquia. Con el pasar de los días fueron consignándole al ‘wedding planner’ diferentes cantidades de dinero, hasta que un día se dieron cuenta que este no estaba haciendo ninguna planeación, pues este les pidió 12 millones de pesos para ayudar a un hermano.

Como ellos, en el programa de Caracol Televisión mostraron varias personas más que cotizaron bodas que superaban los 10 millones de pesos, en varias regiones de Colombia. Otro caso que mostraron en el informativo fue el de una mujer colombiana que viajó con su pareja, un hombre extranjero, para casarse en una hermosa casa cerca de la playa.

El ‘wedding planner’ al que contactaron fue otro hombre que decía tener una empresa que hacía eventos en Santa Marta. A distancia, el presunto estafador le mandó un video mostrándole al detalle cómo sería cada parte de la casa que, supuestamente, había alquilado para la boda. Dándole detalles de cómo sería todo, el asesor convenció a la mujer colombiana  (que vivía en el exterior) y esta le fue desembolsando dinero poco a poco.

Como el hombre mandaba facturas y contratos que parecían legales, ella se confió. Sin embargo, el ‘totazo’ llegó cuando menos lo pensaba. Faltando un par de días para la pomposa fiesta que le había cotizado en 37 millones de pesos, la mujer viajó a Colombia con sus invitados, varios de ellos extranjeros, pero al llegar a la casa en la que supuestamente iba a realizarse el festejo, le dijeron que la habían estafado porque allí no habían alquilado nada.

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Aunque en el programa de investigación contactaron a verdaderos profesionales que sí cumplen con las expectativas de sus clientes, también quedó demostrado el método con el que cayeron muchísimas personas.

En la mayoría de los casos, los supuestos estrategas de bodas perfectas decían que trabajan con empresas, pero siempre atendían en las casas de los clientes, por videollamadas o en puntos centrales, no en oficinas que demostraran esa vinculación.

Los señalados hombres también enviaban documentos que supuestamente habían firmado apartando salones de recepción o los lugares en los que se iban a hacer las bodas, pero la realidad es que eran papeles falsos en los que los clientes confiaron, sin llamar a preguntar si eran ciertos o no.

La estrategia con la que sacaban el dinero de sus víctimas era diciéndoles que era necesario hacer un adelanto económico para apartar los lugares, pagar los arreglos florales y demás, y aunque eso es normal, los clientes se confiaban de esas palabras.

La desfachatez de estas personas puede llegar a tal punto que algunas parejas fueron engañadas hasta horas antes de su matrimonio. Es decir, el mismo día en el que se iban a casar se enteraron que les habían mentido durante meses y que todo con lo que soñaron fue una ilusión.