Caio Lazzaretto Mónaco, de 27 años, es un brasileño que estuvo durante 42 días en Colombia, pero que contó que sufrió un cobro excesivo durante su visita a Barú (Bolívar), donde describió su experiencia como “terrible”.

El hombre relató al diario El Universal de Cartagena que en su llegada a Playa Blanca fue abordado por seis hombres, que lo distrajeron y, allí, indicó que le arrebataron el celular de su maleta. Solo lo notó hasta llegar a un sitio en ese espacio turístico.

“Cuando mi di cuenta, los muchachos en la playa, para que confiara en ellos, dijeron que me ayudarían a recuperar el teléfono, que conocían a todos y sentían mucho que yo estuviera pasado por eso. […] Me trajeron un plato de pollo con patacones, agua y me ubicaron en una sombrilla”, relató.

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Al momento del cobro por los mencionados servicios, se presentó el problema por el que el turista señaló que vio un dispositivo adulterado para llevar a cabo la supuesta estafa.

“Al principio dijeron que me iban a ayudar, que podía quedarme con ellos tranquilo. Me estaban cobrando solo 60.000 pesos por el plato, la sombrilla, el agua y la tasa del pago con tarjeta de crédito. Pero noté que la máquina de tarjetas estaba adulterada. Leí que decía 1.200.000 en lugar de 60.000, entonces supe que estaban intentando robarme. Les pedí confirmar bien el monto y me rehusé a pagar en esa máquina”, contó.

La discusión se tornó más tensa, de acuerdo con el relato del extranjero: “Como me negué a pagar un monto mucho mayor, de tres a cuatro hombres me coaccionaron, cambiaron el tono y empezaron a amenazar con agredirme físicamente. ‘Si no pagas, no sales de esta playa. ¿Quieres tener problemas en Cartagena? Es mejor pagar’, me decían. Eso causó una larga discusión”, afirmó.

El brasileño indicó que en medio de la demora por buscar otra máquina vivió “como cinco horas de puro miedo”, ya que no lo “dejaban salir del lugar sin hacer el pago, tampoco llamar a la Policía”.

Problema empeoró

Las personas que le prestaron los servicios en Barú llegaron con un segundo datáfono, por lo que ejecutó el pago en cuestión para salir de ese engorroso momento.

“Vi el monto exacto de 120.000 pesos y agregué la contraseña de mi tarjeta. Acepté pagar ese monto de inmediato para librarme de ellos, pensando que iba a resolver la situación. No sé cómo el valor cobrado fue muchas veces mayor”, aseveró.

Explicó que hizo tres pagos porque le dijeron que el primero no se hizo de manera correcta, por lo que en el segundo le retiraron 1.200.000 pesos más y en el tercer otros 2.200.000 pesos. Con eso, fue un total de 4.600.000 pesos que no pudo certificar al no tener su dispositivo móvil (previamente extraído).

“Como me robaron el celular, no pude acceder a mi cuenta bancaria en ese momento, así que me di cuenta del daño cuando regresé a Brasil”, reconoció.

Enredo para denunciar

El brasileño manifestó que al llegar a su banco le pidieron un informe policial para el registro del caso y ejecutar el análisis del eventual reembolso del dinero. No obstante, tuvo un nuevo inconveniente.

“En Colombia, antes de viajar, intenté realizar la denuncia a policías en el Aeropuerto de Bogotá, pero me dijeron que no era posible y que podría hacerlo en la página web www.adenunciar.gov.co. Tampoco pude hacerlo allí porque el sitio web no funciona para denuncias de personas fuera de Colombia”, explicó.

Por esa razón, advirtió que tuvo que acudir a la embajada de Brasil en Cartagena para obtener ayuda en la creación de un informe policial, aunque dio una dura conclusión.

“Espero que mi historia pueda ayudar a otros turistas a no caer en estos golpes. No esperaba que conocer Playa Blanca me resultara tan costoso”, finalizó.