El exsenador Arturo Char –que renunció a su curul en febrero de este añosalió a dar sus primeras declaraciones desde la llegada a Colombia de la también exsenadora Aída Merlano, quien estuvo prófuga de la justicia en Venezuela y ha señalado al clan Char de ser responsable de supuestos actos de corrupción.

(Le puede interesar: A Aída Merlano le dio la pálida y no llegó a la Corte Suprema a cantar por compra de votos)

En entrevista con la Revista Semana, el exsenador negó haber tenido cualquier tipo de relación personal con Aída Merlano y dijo que se trató de una amistad meramente laboral y política.

Todo eso pese a que se conocen comprometedores imágenes de su hermano, Álex Char, y Aída Merlano en las que se les ve en situaciones comprometedoras y chats en los que Álex le decía que la amaba.

“Dicen falsamente que se acordó favorecer a Aida Merlano con un supuesto pacto de compra de votos. No solo no es cierto, sino que es irracional. Yo estaba en lo mío, en mi campaña, en mi reelección, porque éramos tres candidatos en Cambio Radical y estaba reñida la cosa. Yo qué me iba a estar metiendo en el partido de un competidor (…) con Aida Merlano no tuve una relación diferente a ser colegas en el Congreso y ser de la bancada costeña”, dijo Char.

(Lea también: Amenazaron a famoso astrólogo que hizo predicción sobre Aída Merlano y los Char)

Además de esas explosivas declaraciones, el exsenador reveló que está viviendo junto a su familia en Estados Unidos porque tienen esa nacionalidad y que desde allá está respondiendo ante la justicia.

De hecho, aseguró que no quiere saber nada más de política y que se dedicará a compartir tiempo con su esposa y sus cinco hijos. “No quiero saber nada más de política, renuncié y les entregué mi credencial, ¿qué más quieren?”, dijo el exsenador.

Sobre la relación amorosa entre Álex Char y Merlano, el exsenador dijo que no quería decir nada sobre el tema y que ha sido una situación “penosa para la familia”.

“Como lo he venido expresando en la entrevista, este episodio ha sido penoso. Álex ya ha hablado y yo me limito a atender mi proceso ante la Corte. La política tiene sus tiempos y reitero que no quiero saber más de esto que tanto nos ha afectado como familia. Mi madre nunca estuvo de acuerdo con este mundo de odios y enemigos”, dijo Char en esa entrevista con Semana.

Hasta el momento, la condenada excongresista Aída Merlano ha acusado al poderoso clan Char de supuestos hechos de corrupción relacionados con compra de votos. Incluso, la exsenadora también ha dicho que Julio Gerlein y Arturo Char estuvieron involucrados en la cinematográfica fuga que protagonizó ella en octubre de 2019, cuando se escapó por la ventana de un consultorio odontológico para huir hacia Venezuela.

Sobre ese último tema, Char insistió en que no tuvo nada que ver en la fuga e insinuó que las declaraciones de Aída Merlano se dan con intenciones electorales.

De hecho, aseguró que el abogado principal de la exsenadora, Miguel Ángel del Río, tiene intenciones políticas y quiere afectar la reputación de la familia Char.

“La Corte ha reconocido que a ella le anima una sed de venganza y que se contradice mucho. Obviamente, ella y su abogado tienen una agenda. Y le repito, sin duda, su abogado tiene aspiraciones políticas y así lo ha expresado”, dijo Char.

Lee También

Así va el proceso de Arturo Char: recusó a los magistrados de la Corte

Luego de recusar a todos los magistrados de la sala de instrucción de la Corte Suprema, el exsenador dijo en entrevista con la Revista Semana que ningún magistrado de ese alto tribunal está en condiciones de revisar con imparcialidad su caso, por lo que, según él, deberían ser declarados como impedidos.

Tal como precisó, “el reglamento y el procedimiento para la definición de mi situación jurídica en la Corte no ofrece imparcialidad. Me explico: debe haber una sala que investiga y otra que defina. Los magistrados investigadores, al abrir la investigación, adoptaron conclusiones definitivas de responsabilidad. Esos mismos magistrados no pueden definir mi situación jurídica porque ya tienen un prejuicio. Sólo busco que haya un tercero imparcial que, cuando llegue el momento, mire el asunto y decida”.

Con dichas recusaciones, el proceso queda en pausa mientras el alto tribunal decide si las avala o las rechaza. Hasta ahora, el exsenador ha dilatado el proceso y no ha acudido a la Corte Suprema para defenderse por su responsabilidad en la presunta compra de votos.