Lo que llama la atención es que Profamilia creía que hace unos años que la pobreza era uno de los mayores obstáculos para que la población colombiana no tuviera acceso a métodos anticonceptivos y condones, pero ahora esa entidad sostiene que “bajar los precios de los anticonceptivos es un tema que poco tiene que ver con mejorar el acceso”, reseña el periódico.

Ese medio agrega que al menos un 27 % de las referencias de anticonceptivos, a los que el Gobierno planea ajustar de precio, pertenecerían a esa multinacional que, desde el 2013, ha crecido exponencialmente en ventas en Colombia de la mano de Profamilia.

De acuerdo con cifras del Observatorio del Medicamento de la Federación Médica (Observamed), citadas por El Espectador, Bayer vendió el año pasado en el país 32.400 millones de pesos de las referencias Yasminiq y Yasmin, una bicoca en la que también participa la asociación colombiana.

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De igual manera, el periódico agrega que a través de la unidad de Farma de Profamilia, que ha tenido un crecimiento del 83 % desde el 2013, año en el que firmó su alianza con Bayer, la farmacéutica se ha posicionado en el mercado local con altos rendimientos.

La observación general es que aparentemente existe una distorsión del mercado farmacéutico en donde el “modelo hace que este tipo de actores como Profamilia se alineen más con el margen de ganancia que pueden obtener de la venta de medicamentos que con el servicio que deberían prestar y la cobertura”, precisó una fuente a El Espectador y que no quiso ser identificada.