La preocupación es clara: que Trump le dé muchas concesiones a Vladimir Putin, al igual que ya lo hizo con el líder norcoreano en el encuentro que tuvieron los dos el pasado 12 de junio. Así, inclinaría la balanza de las relaciones entre ambos países aún más a favor de los rusos, dice The New York Times.

Y es que en el caso de Kim, el asunto fue delicado: a pesar de que Trump se mostró convencido de estar resolviendo la crisis nuclear con ese país, en realidad el norcoreano no cedió en sus planes armamentísticos, y en cambio sí consiguió que Trump cancelara los ensayos militares del ejército estadounidense con el surcoreano, algo que exigía desde hace mucho tiempo.

Michael McFaul, exembajador de Estados Unidos en Moscú, dijo que Trump ve una buena reunión como un logro diplomático, pero asegura que eso es incorrecto. “Las buenas reuniones son para alcanzar un fin”, dijo. Y agregó:

“Trump no debería elogiar a Putin ni señalar el deseo de avanzar. Eso no sirve a los intereses nacionales de Estados Unidos”.

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La administración de Trump puede aducir que ha sido más dura que el gobierno de Barack Obama con respecto a Rusia, y mencionar las sanciones económicas, la colaboración con las tropas ucranianas y la expulsión de diplomáticos. Sin embargo, la negativa del presidente estadounidense de criticar a Putin hace que todas esas medidas pierdan fuerza, dice el ‘Times’.

Nicholas Burns, diplomático en las administraciones de George Bush hijo y Bill Clinton, dijo:

“Lo que importa es lo que el presidente diga. Y lo que él ha venido diciendo socava por completo la política. Es como si él estuviera desligado de su propia administración”.

Hay que recordar que Trump no solo se ha negado a criticar a Putin, sino que en las últimas semanas se ha dedicado a interceder a favor del mandatario ruso: legitimó la anexión de Crimea a Rusia por la cantidad de rusohablantes que hay allí, pidió que readmitan a ese país al grupo del G7 y todavía duda de la intervención rusa en las elecciones de 2016.

Así las cosas, el encuentro de Trump con Putin, a pesar de que pretender mostrar el lado más conciliador del mandatario estadounidense, en realidad podría ser un paso en falso con un líder tan sagaz y con bien ganada fama de autoritario y ‘zorro’ como el ruso. Veremos qué pasa.