Se trata de una carta de “once líneas, escritas a puño y letra de ella, con letras mayúsculas porque ella siempre utilizaba las mayúsculas, la firma de ella y el nombre del papá y la mamá”, dijo Édgar Narváez a la AFP desde Pasto.

La AFP no tuvo acceso directo a la carta, pero Narváez confirmó la veracidad del documento, fechado el 3 de febrero de 2021.

“Yo estoy 4 años secuestrada y ahora estoy en un nuevo grupo GSIM (Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes)”, vinculado a Al Qaida, señala el texto en español.

“Oren mucho por mí, qué Dios los bendiga, yo espero que Dios me ayude a conseguir mi libertad”, añade.

Narváez recibió la carta en marzo de 2021 por medio de la Cruz Roja y solo la dio a conocer en julio, según dijo.

“Eso demuestra que ella está viva, aunque está un poco triste y desolada”, añadió el familiar de la religiosa que es profesor de una escuela.

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Gloria Cecilia Narváez es miembro de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, una congregación de origen suizo nacida en 1893 en Colombia y con presencia en 17 países.

Fue secuestrada el 7 de febrero de 2017 cerca de la localidad de Koutiala, 400 kilómetros al este de la capital, Bamako. Entonces trabajaba como misionera desde hacía seis años en la parroquia de Karangasso.

A lo largo de su cautiverio se han dado a conocer unas pocas pruebas de que está viva.

De acuerdo al general Fernando Murillo, director de antisecuestro y extorsión de la policía de Colombia, las últimas noticias de la hermana Gloria Narváez datan de comienzos de 2021.

“Dos personas europeas que se fugaron de un sitio donde estaban secuestrados” con Narváez “decían que ella se encuentra bien”, contó a medios.

La Policía de Colombia organizó una “comisión urgente” para viajar al país africano en ese momento, “pero la pandemia no nos permitió viajar”, añadió.

Los secuestros son corrientes en Malí, sumido en una grave crisis de seguridad, sobre todo en el centro, uno de los focos de violencia yihadista.

Desde marzo de 2012, varias zonas del país y sus alrededores se encuentran en manos de grupos yihadistas vinculados a la red Al Qaida.

Los secuestros de malienses o extranjeros son uno de los aspectos de la violencia que golpea este país del Sahel de mayoría musulmana